pamplona - La mayoría progresista del Parlamento de Navarra, compuesta por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Orain Bai, PSN e I-E, formó ayer un frente común en defensa de la igualdad entre géneros y el colectivo LGTBI+ con la consigna de no dar “ni un paso atrás” en la conquista de derechos civiles conseguida durante los últimos años. En tiempos “difíciles” -de “involución”, a juicio de Bakartxo Ruiz (EH Bildu)- el cuatripartito y el PSN representaron para la ocasión un bloque sólido y cohesionado para combatir las tesis abolicionistas que en materia de igualdad plantean formaciones como Vox, que aunque es extraparlamentaria en Navarra ya ha ejercido una labor de influencia clara en los discursos de UPN y PP: ambiguo y con consignas robadas al propio Abascal en el caso de los regionalistas; y abiertamente en contra en el caso de los de Beltrán, desesperados por cerrar el paso a la posible irrupción de Vox en Navarra redoblando el tono duro que, a decir verdad, siempre ha mantenido la líder del PP de Navarra en esta materia.

Las fuerzas que representan 33 escaños de los 50 que tiene la Cámara foral formaron una alianza porque lo que hay en marcha desde los comicios andaluces es una auténtica ola que cuestiona, muchas veces desde los datos falsos o las lecturas parciales, todo lo referido a derechos por la igualdad y LTGBI+, vistos como cuestiones ideológicas -el mantra de la ideología de género es ya un recurso habitual en Beltrán-. Cosas de izquierdas, que sólo interesan a colectivos que para la derecha son irrelevantes.

Frente a ese discurso de proclamas vacías, el bloque progresista aportó datos, hechos concretos, que se desarrollan en las dos páginas siguientes pero que pueden resumirse en algunos hitos: la aprobación de la Ley foral de LGTBI+, la dotación económica con 22,5 millones del plan de acción contra la violencia machista; o una Ley de Igualdad potente, a la par que las más avanzadas del Estado (como la de Andalucía que ahora quiere tumbar Vox), y que está a punto de terminarse.

Pero, sobre todo, donde hubo unanimidad fue en el programa Skolae, que ha dejado en evidencia el aislamiento de la derecha, escandalizada por un plan de coeducación en igualdad que desde la escuela fomente el respeto al diferente. “Es un programa que ataca el corazón de la desigualdad”, comentó Koldo Martínez, de Geroa Bai, guante que recogió María Chivite (PSN) primero -“Es un magnífico programa, pero tiene que extenderse a todos los centros sustentados con fondos públicos”- y después su compañera Nuria Medina: “Es un programa imprescindible”.

esparza copia a abascal ¿La alternativa de la derecha? Es simple: ante un problema complejo, soluciones sencillas. Esparza invirtió casi la totalidad de su tiempo en echar flores a su partido y defender la radical lucha por la igualdad que, teóricamente, inició UPN hace décadas, antes de un auge social que lamentó que el cambio quiera “acaparar en su sectarismo”.

Pero cuando abordó los problemas concretos, sus alternativas fueron pedestres, superficiales, abonadas al eslogan en boga en la derecha. De Skolae dijo que es “adoctrinamiento, pensamiento único”. Ya está. Y cuando tuvo que referirse a la violencia machista es cuando dejó entrever un detalle muy significativo de la influencia que Vox ejerce ya en la derecha navarra: Esparza ha hecho suya la principal arma de contraataque de los de Abascal cuando se habla de la reincidencia de los agresores. Vox dice que el problema es que no hay prisión permanente revisable, y que por eso los criminales, cuando salen de la cárcel, vuelven a agredir a mujeres. Es exactamente lo mismo que dijo ayer Esparza, que incluso trató de colar una resolución cuya única premisa era esa, y que rechazaron Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Orain Bai, PSN e I-E. No es un movimiento cualquiera, y queda por ver si no será el primero de una larga serie hasta las elecciones de mayo, en las que la presencia de Vox también preocupa (y mucho) a UPN. En el PP ocurre algo similar. Skolae es “ideología de género” a combatir. Y todos los pasos en materia de igualdad innecesarios, porque el artículo 14 de la Constitución garantiza la igualdad de hombres y mujeres. Con eso es suficiente, cree Beltrán.

La derecha desprendió una sensación general de indolencia, de pasotismo hacia un tema que no logran capitalizar en la calle. Mientras, el bloque progresista concluyó asumiendo que se ha trabajado mucho -“Ha sido una legislatura muy importante”, consideró Tere Sáez, de Podemos-, pero que todavía hay que esforzarse por “evitar cualquier retroceso, consolidar las metas conseguidas y seguir luchando”, como invitó Marisa de Simón (I-E).