Pamplona - El nuevo Plan de Salud Mental de Navarra establece como reto hacer un uso racional de la medicación psicofármacológica, ya que, según señalaron los máximos responsables de Salud y Salud Mental, se está abusando de estos medicamentos ante situaciones leves que podrían atajarse con otro tipo de ayudas.
La gerente de Salud Mental, Begoña Flamarique, explicó que cada vez hay mayor demanda de atención por trastornos mentales comunes, matizando que “muchas veces se hace enfermedad de muchas situaciones relacionadas con la vida diaria, de una dificultad de adaptación a los cambios de la vida”. Este aumento de la demanda, apuntó, está aumentando no solo en los centros de salud mental, sino también en atención primaria. Precisamente, incidió, es en los centros de salud donde deben abordarse estos problemas, dándoles una respuesta que les de una solución a ese malestar que tienen.
A juicio de Domínguez, se está produciendo una medicalización excesiva de los eventos de la vida ordinaria. “Una cosa es que se esté triste y otra que se esté deprimido y que ese cuadro necesite un tratamiento farmacológico -diferenció-, habrá que buscar otros recursos, pero no recurrir directamente a la medicalización”. Esta demanda, consideró el consejero, responde a una dificultad actual de la sociedad a hacer frente al fracaso, el duelo o el dolor, pues ante estos problemas el camino fácil es tomarse una pastilla. - L.H.
un Proceso participativo
Elaboración. El Plan de Salud Mental es el resultado de un proceso de trabajo en el que estuvo muy presente la opinión de los profesionales. Además, para su elaboración se tuvieron en cuenta las propuestas de una edición de Foro Salud sobre esta materia en la que participaron una treintena de usuarios, profesionales y representantes de asociaciones. Tras la exposición pública del borrador se analizaron las 28 propuestas recogidas, de las cuales fueron aceptadas 15. Los motivos de no aceptación fueron principalmente criterios técnicos, falta de evidencia o de competencia para su aplicación.
