BILBAO. En una entrevista en Radio Euskadi, Munilla ha explicado que hace dos años en su diócesis se registró una denuncias contra un sacerdote y el Obispado animó a las posibles víctimas de ese tipo de delitos a hacerlo público aunque pudieran estar prescritos en la Justicia ordinaria ya que, en el ámbito canónico, se pueden investigar y castigar.

Fruto de ese llamamiento "no se presentaron casos del momento actual" pero sí se denunciaron casos de hace décadas y el Obispado de Donostia "los atendió y los comunicó a la Santa Sede para iniciar el procedimiento canónico de investigación de hechos", ocurridos incluso hace 50 años y, por ello, ha opinado, "la Iglesia está yendo mucho más allá de la exigencia de la justicia civil" dado que investiga lo que ocurrió en su pasado "porque debe de ser ejemplarizante".

A su entender, muchos casos de esos abusos sexuales ocurridos hace décadas se conocen ahora porque "hay más libertad" para hablar de ellos, pero también porque en la mayoría de los casos ese delito coincidía con el de abuso de autoridad, "por la autoridad moral tan grande que podía tener un sacerdote" y que se convertía en "un arma de doble filo" que se podía "utilizar para mal" en esos casos.

Munilla ha valorado "el importantísimo el liderazgo del papa" en este asunto y ha reflexionado sobre la conferencia sobre los abusos sexuales celebrada en Roma que, a su juicio, "no ha sido el kilómetro cero, ni mucho menos" anteriores papas ya pusieron las bases que han llevado a esa cumbre que ha servido para "perder miedo a la verdad superando las actitudes autodefensivas y dar prioridad a las víctimas".

En otro orden de cosas, Munilla ha explicado que el Obispado de Donostia tiene un plan para alquilar inmuebles "en la zona VIP de San Sebastián" donde tienen un valor alto económico, y destinar estos recursos "en favor de otras zonas de la diócesis" que carecen de ellos.