PAMPLONA. El cerebro humano es aún una incógnita para los científicos, que hasta la fecha han diagnosticado más de 200 enfermedades que afectan a funciones como el habla, el movimiento, la respiración o la actividad cardíaca, según el neurocientífico del CIMA Universidad de Navarra José Luis Lanciego.

El especialista añade que muchas de estas enfermedades son genéticas, otras están causadas por virus o toxinas, y del resto se desconoce el origen,pero las afecciones aumentan con el progresivo envejecimiento de la población.

"Conseguir combatir mejor estas enfermedades es el reto científico más importante que afronta la medicina del siglo XXI", dice Lanciego en su nuevo libro "Los trastornos cerebrales: La lucha contra las enfermedades neurodegenerativas", publicado en National Geographic (RBA Editores).

Y añade que "los avances en investigación nos han colocado en una posición privilegiada, pues conocemos mejor que nunca los procesos biológicos, moleculares y genéticos que están relacionados con los trastornos cerebrales", lo que ha permitido diseñar tratamientos innovadores, como vacunas, terapias de reemplazo celular y reprogramación genética con vectores virales.

Por eso, subraya, "el estado actual de este campo de investigación y las perspectivas para las próximas décadas invitan a encarar con optimismo un futuro en el que el cerebro humano no solo continuará siendo, como a menudo suele citarse, el objeto más complejo del universo, sino que tal vez la ciencia lo convierta también en el más blindado contra la enfermedad".

Según este neurocientífico, actualmente hay en el mundo unos 600 millones de personas mayores de 60 años, una cifra que en los próximos 50 años ascenderá hasta los 2.000 millones, el 21% de la población mundial, lo que permite anticipar que en este siglo "también crecerá considerablemente la prevalencia del párkinson y el alzhéimer", las dos enfermedades neurodegenerativas con mayor incidencia en la sociedad moderna.

Por eso considera que "urge intensificar la investigación" en ellas para así "profundizar en el conocimiento de sus mecanismos y poder desarrollar nuevas estrategias terapéuticas".

Además existen "cientos de enfermedades neurodegenerativas no tan frecuentes" como la demencia con cuerpos de Lewy, la atrofia multisistémica, la enfermedad de Huntington, enfermedades desmielinizantes que dañan el recubrimiento protector que rodea las fibras nerviosas, como la esclerosis múltiple o esclerosis lateral amiotrófica.

Se trata en todos estas casos de una degeneración neuronal que desemboca en una variedad de síntomas nerviosos y "el avance en el conocimiento de los trastornos neurodegenerativos y el progreso de la tecnología biomédica están aportando nuevas estrategias para mejorar los tratamientos disponibles", dice Lanciego, quien destaca que "los logros recientes y los que se prevén a corto y medio plazo permiten vislumbrar un panorama mucho más esperanzador que el existente pocos años atrás".