madrid - Carmen Calvo (Cabra, Córdoba, 1957) se rebela contra la violencia que aún hoy padecen las mujeres y asegura que garantizar su seguridad es una medida ineludible para alcanzar la igualdad.

¿Se considera feminista?

-Sí, casi desde que tengo conciencia de ser mujer. Desde niña observaba y veía cosas injustas, circunstancias más difíciles para nosotras y sobre todo veía a muchas mujeres amilanadas por la actitud de superioridad y prepotencia de algunos hombres. Lo observaba desde niña y supe que iba a trabajar contra eso.

¿Cómo le ayuda el feminismo?

-Mucho, ha dado una parte importante de sentido a mi vida. Casi desde el inicio de mi vida conecté con la lucha por mis derechos, que eran los derechos de las otras, de todas, buscando un proyecto personal de vida que yo quería que fuera libre, que no tuviera trabas, que pudiera vivir la aventura de mi vida con toda la potencia posible y eso es el feminismo.

Díganos dos medidas que deberían implantarse para caminar hacia la igualdad.

-La garantía absoluta de nuestra seguridad. No puede ser entendible que tengamos que pagar precios especiales por nuestra libertad sexual, por nuestra seguridad cuando andamos solas, cuando viajamos solas, por la seguridad con nuestras parejas, en las relaciones sentimentales que se acaban volviendo nocivas hasta el asesinato. Más de la mitad de la población del planeta pagamos un particular y dramático peaje por ser mujeres.

¿Se ha encontrado con algún obstáculo por ser mujer?

-Con los mismos que se han encontrado todas: los propios de la cultura machista, que te obliga a tantas cosas que asumes como rol de género. - Efe