Pamplona - Hace un año se vivió en Pamplona un día histórico en el feminismo con la primera huelga de mujeres convocada tanto en Navarra como en el conjunto del Estado. Esta desbordó todas las previsiones de participación y multiplicó la asistencia a las movilizaciones anteriores convocadas con motivo del Día de la Mujer, que viene celebrándose desde 1977 tras declararse esta fecha como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora por parte de las Naciones Unidas. Ahora, el feminismo se planta ante una nueva convocatoria de huelga en la que espera igualar o superar la respuesta conseguida en el 2018.

UN MOVIMIENTO IMPARABLE Miles de mujeres se unieron el año pasado en Navarra con una sola voz para reivindicar su lugar en la sociedad y denunciar la violencia, la desigualdad y la precariedad que viven en los distintos ámbitos de su vida. Ante este éxito de convocatoria, el feminismo se planta este año con un reto aún mayor y buscará revalidar este apoyo y seguir sumando a sus reivindicaciones a más mujeres. Precisamente este es uno de los objetivos que se marca ahora el feminismo: llegar a todas sin importar su procedencia, su situación personal, su clase social o su símbolo político.

Dentro de la heterogeneidad de las mujeres, el feminismo ha fijado la mirada en las más desfavorecidas, aquellas que, además de cargar con la losa que conlleva su género, tienen que arrastrar también otros focos de discriminación como su color de piel, su país de procedencia, su idioma, tener una discapacidad, ser pobres... Unas realidades de exclusión que, tras la guadaña de la crisis económica, se han agudizado y hecho más visibles.

Muestra de este esfuerzo aperturista es la alusión en la convocatoria a las mujeres* bolleras y trans, destacando que el heteropatriarcado oprime a toda aquella persona que no sea un hombre con pene. “No todos los sujetos de la huelga feminista nos identificamos como mujeres, es más, queremos acabar con las categorías patriarcales de hombre y mujeres, pero hoy en día ese término nos sirve para normar la opresión colectiva, por eso utilizamos el asterisco, porque cuando utilizamos la palabra mujeres* pretendemos nombrar a los sujetos oprimidos por el heteropatriarcado”, explican desde Euskal Herriko Mugimendu Feminista.

Para llegar a todas las mujeres de la Comunidad Foral, este año la Plataforma del 8-M ha hecho un esfuerzo por descentralizar las acciones de denuncia, con diversos programas en pueblos y barrios a lo largo de todo el día. La jornada, eso sí, culminará con una gran manifestación a las 19.00 en Pamplona que espera repetir o superar el volumen de participación del año pasado. A esa misma hora se realizarán también manifestaciones en otras localidades como Tafalla, Alsasua o Elizondo.

La respuesta de las mujeres ante el llamamiento feminista en la pasada convocatoria de huelga debe de entenderse no como un hecho puntual, sino como la consecuencia de un trabajo que lleva haciéndose durante años desde el movimiento feminista. Este cobró gran fuerza en Navarra durante los años 70, en un momento convulso para el Estado Español en el que el fin del régimen franquista se hacía cada vez más presente. A medida que pasaban los años afloraba con cada vez más fuerza la lucha por conseguir nuevos derechos, entre los que se incluían las reclamaciones de las mujeres. Este ansia de libertades se desató con la muerte del dictador en 1975, un año con un importante valor simbólico al ser declarado por parte de las Naciones Unidas como Año Internacional de la Mujer.

huelga feminista 8-m

Qué es la huelga feminista. “El 8 de marzo las mujeres, trans y bolleras dejan de realizar todo tipo de trabajos, tanto remunerados como no remunerados, y toman las calles con el objetivo de poner la vida en el centro frente a la violencia, la desigualdad, la precariedad, los modelos sexuales hegemónicos, la división sexual del trabajo, el modelo de consumo, la familia patriarcal, la jerarquía de los saberes, el racismo, el canon de belleza y todas las opresiones. Este año la huelga estará centrada en las discriminaciones de pensionistas, estudiantes, cuidados, empleo y consumo”.

Cómo hacer huelga. “Desde las organizaciones feministas la premisa es que solo las mujeres, bolleras y trans hagan huelga. Estas pueden participar no acudiendo a sus centros de trabajo y estudio, yendo a las manifestaciones convocadas en distintas ciudades y pueblos, dejando de ejercer como cuidadoras y colgando un delantal en el balcón para reflejarlo, organizando o difundiendo la huelga y poniéndose un símbolo identificativo como un brazalete morado para simbolizar que se unen a las reivindicaciones. A los hombres les pide que no hagan huelga y posibiliten que sus compañeras puedan hacerla encargándose, por ejemplo, de los cuidados”.