PAMPLONa - Se las prometía muy felices con el escondite que había buscado para ocultar su mercancía. Bien tapado en el motor del Mercedes que conducía, era prácticamente imposible de detectar en la aduana, al salir de Andorra a Lleida. En el escondrijo se dedicó a meter nada menos que 20 lingotes de oro, 19 de ellos de 250 gramos de peso y otro de 1 kilo, valorados en total en 258.401 euros. Hasta que, al salir del puesto fronterizo por el carril verde (aquel que indica que el conductor que abandona el Principado no lleva encima nada que declarar), el conductor empezó a ponerse nervioso, a arrugar el ticket de compra que llevaba encima y a destapar así el pastel.

Su comportamiento llamó la atención de la patrulla de la Guardia Civil que realizaba el control fiscal el pasado sábado, a las 19.30 horas, en la aduana de La Farga de Moles (Lleida). Los agentes preguntaron al conductor, I.J.S., navarro de 55 años y que estaba acompañado de su esposa, si tenía algo que declarar, a lo que el hombre manifestó en un primer momento que no. Los guardias comprobaron entonces el maletero del vehículo y observaron el ticket de compra en la mano y sospecharon que lo que indicaba el mismo superaba el valor de las compras encontradas en el maletero.

A VUELTAS CON EL TICKET El agente solicitó el género comprado con dicho recibo, pero el conductor le indicó que el mismo se correspondía con un lingote de oro, pero que lo tenía escondido en un hueco del vehículo que a continuación indicó a los efectivos. Así, levantó el capó del coche, y allí la Guardia Civil encontró la preciada barra dorada, de un kilo de peso, en el interior del filtro de partículas del turismo. El conductor respondió que eso era todo y que no poseía más mercancía valiosa, pero los guardias no se fiaron. Ante la sospecha de que pudieran existir otras piezas similares, realizaron un reconocimiento más exhaustivo y localizaron en el interior 19 lingotes de oro, de 250 gramos cada uno, que estaban envueltos en cuatro paquetes.

Una vez verificada la cantidad de lingotes aprehendidos por los agentes en las dependencias de la Agencia Tributaria, y en presencia del Oficial de Viajeros, se procedió a instruir diligencias por Delito de Contrabando, quedando el autor detenido, el género aprehendido y el vehículo intervenido. Por el valor de los lingotes incautados, la actuación se tramitará como diligencias judiciales puesto que sacar fuera de la frontera oro por valor de 150.000 euros supone un delito, mientras que entre 900 y 150.000 euros se estipula como infracción administrativa. En este caso, los 5,7 kilos del dorado metal alcanzan un valor de 258.401 euros.

El detenido, que pasó a disposición judicial, quedó en libertad provisional; con respecto al género y al vehículo, ambos quedaron depositados en la Aduana de la Farga de Moles (L) a disposición de la autoridad judicial correspondiente.