Pamplona - El Estado español es uno de los países europeos menos racistas. Así lo refleja el eurobarómetro de la Comisión Europea, que muestra que un 71% de los encuestados españoles consideraron un éxito la integración de los migrantes en el país, lo que sitúa al Estado español en el tercer lugar de los 29 países integrados en la encuesta y muy lejos del 54% de la media de Europa.

Este no es el único buen resultado del país en esta encuesta, pues destaca muy favorablemente en el ámbito de las relaciones sociales con migrantes. Hasta un 83% de los encuestados afirmó sentirse cómodo socializando con ellos, liderando la mencionada lista. En el otro extremo de la moneda se sitúa Bulgaria, donde tan solo un 15% contestó favorablemente a esta cuestión.

Curiosamente, estas actitudes positivas disminuyen cuando se pregunta por cuestiones más concretas, lo que hace pensar que se tiene una consideración laxa de lo que implica el racismo. Así, el estudio refleja que tan solo el 63% asegura sentirse cómodo con un inmigrante como amigo, el 60% como médico, el 59% como compañero de trabajo y como amigo y un 58% como miembro de la familia. A pesar de esta bajada de 20 puntos con respecto a la impresión general, España continúa en buena posición en todos estos apartados, siempre dentro del top 10.

España coincide con sus vecinos del Mediterráneo al considerar erróneamente que el número de inmigrantes ilegales es mayor que el de los legales y sobredimensiona el número de inmigrantes. De este modo, para los encuestados españoles el porcentaje de inmigrantes supone el 23,2% de la población cuando en realidad es del 8,8%.

En la pregunta sobre si la inmigración supone un problema o una oportunidad, España no se decanta por una u otra opción. El 26% apuesta por la oportunidad, el 26% por el problema, el 33% por ambas y el 13% por ninguna. Igualdad total. A pesar de esta falta de contundencia, de nuevo se encuentra entre los más tolerantes en este apartado. - L.H.