SANTA CRUZ DE TENERIFE - Investigadores del grupo de Sistema Solar del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) han podido usar el Gran Telescopio de Canarias (GTC) para calcular de manera más exacta la trayectoria de un asteroide potencialmente peligroso que pasaría entre la Tierra y la Luna en 2082.

De hecho, la previsión indica que el asteroide, de nombre 2019 DS1, pasará dibujando la trayectoria indicada el 26 de febrero del 2082, a una distancia aproximada de 165.000 kilómetros del planeta. En caso de impacto con la Tierra, el asteroide, de entre 20 y 40 metros de diámetro, “podría generar una catástrofe similar a la que provocó el objeto que impactó en Tunguska en 1908”, advirtió el viernes el IAC.

El incidente de Tunguska tuvo lugar el 30 de junio de ese año, cuando una roca espacial de aproximadamente 37 metros de ancho penetró la atmósfera terrestre y detonó en el cielo de Siberia liberando energía equivalente a alrededor de 185 bombas de Hiroshima, según la NASA, la agencia norteamericana responsable de la investigación espacial.

el asteroide El GTC observó el asteroide a más de 50 millones de kilómetros y suponen -según el coordinador del Área de investigación del IAC, Javier Licandro- situar al GTC “en la primera línea del programa de Defensa Planetaria” de la ESA. Este programa pone bajo vigilancia y estudio a los asteroides que pasan muy cerca de la Tierra y que tienen riesgo de colisionar con la Tierra. Las observaciones del GTC del asteroide 2019 DS1 han mejorado la determinación de su órbita, lo que permite predecir cuándo volverá a acercarse a la Tierra y a qué distancia”, explicaron.

El 2019 DS1 fue descubierto el 28 de febrero de este año por el programa de búsqueda Catalina Sky Survey, cuando estaba a un millón de kilómetros de la Tierra, momento desde el que se fue alejando rápidamente del planeta. El seguimiento de estos asteroides es “de fundamental importancia para el programa de Defensa Planetaria”, defendió la Investigadora Principal del grupo del Sistema Solar del IAC, Julia de León.

“La determinación temprana de un posible impacto permitiría tomar las medidas necesarias para evitarlo o minimizar sus efectos”, aseveró. “Estas observaciones y misiones espaciales como Hera (misión que está planificando la ESA y en la que participa el IAC) son esenciales para proteger el planeta del impacto de un asteroide”, recordaron. - E.P.