pamplona - El parque público de viviendas de alquiler, con un total de 2.451 pisos, ha aumentado en Navarra casi un 70% en los últimos cuatro años, incremento que ha sido posible por la recuperación de la promoción pública, los acuerdos alcanzados con el sector privado de la construcción y por la aportación de los pisos vacíos de propietarios particulares. Fomentar el alquiler, y para ello ampliar la oferta, constituye uno de los pilares de la nueva política pública de vivienda impulsada por el Gobierno de Navarra en esta legislatura. El segundo pilar es la rehabilitación, cuyas obras se han triplicado en este periodo gracias al incremento de las ayudas, además con criterios de ahorro energético. Las subvenciones a particulares para acometer rehabilitaciones de vivienda han pasado de 8 millones de euros en 2014 a superar los 20 millones en 2018, colocando a Navarra en segunda posición, tras la CAV, en el ranking estatal de la rehabilitación de vivienda.

La vivienda de alquiler protegido representa ahora el 84% de la promoción pública, cuando hasta 2015 apenas alcanzaba el 14%, mientras que la oferta pública de compraventa ronda el 16% restante.

También la demanda de vivienda pública se decanta mayoritariamente por el alquiler. En concreto, un 70% de los solicitantes incluidos en el censo público demanda vivienda en alquiler, mientras que opta por la compraventa el 30% restante.

La política de vivienda impulsada desde el Gobierno de Navarra, según se recoge en el Plan de Vivienda 2018-28 y en consonancia con las leyes aprobadas en 2016 y 2018 que establecen los marcos normativos, apuntan las estrategias y concretan ayudas a la ciudadanía, tiene como objetivos primordiales lograr en Navarra un parque de viviendas suficiente, asequible, habitable y eficiente energéticamente. El plan persigue también mejorar la gestión para facilitar el acceso y garantizar la función social de la vivienda.

crece el parque de vivienda Los datos solicitados a la empresa pública de Suelo y Vivienda, Nasuvinsa, reflejan que mientras en 2015 la oferta de viviendas públicas de alquiler alcanzaba los 1.440 pisos, en 2019 se eleva a 2.451, un incremento del 70%. De este total, 1.489 (en 2014 eran 965) conforman el parque propio de vivienda pública, que ha experimentado un incremento del 54% en estos cuatro años. En este paquete se incluyen las 524 viviendas del programa Navarra Social Housing, cuya finalización está prevista para el año 2021. En la actualidad está a punto de concluir la construcción de las 180 de la primera fase. Destaca en este impulso que “el sector público en Navarra está siendo puntero en edificación sostenible como la construcción de edificios de consumo casi nulo con estándar Passivhaus. Cabe señalar que es la primera comunidad del Estado en promover Passivhaus en vivienda pública, construcción en estructura de madera, utilización de biomasa como fuente energética, etc”, destaca José Mª Aierdi, director de Nasuvinsa.

Otras 239 de las 1.489 nuevas viviendas públicas de alquiler, proceden de los acuerdos alcanzados con promotores y constructores privados. Este acuerdo con el sector privado, inexistente en 2015, es una de las novedades de esta legislatura. Aunque hoy están en construcción medio centenar de estas viviendas, está previsto que en el año 2021, fruto de estos acuerdos, se incorporen las 239 citadas.

El mayor aumento del parque se ha registrado con la aportación de viviendas vacías por parte de propietarios particulares. Esta aportación ha aumentado un 41% en los cuatro años. Mientras en 2014 había en la bolsa de vivienda 475 pisos de particulares, en 2019 el número se eleva a 668. Paralelamente al incremento de viviendas, potenciado por las ayudas a los particulares para animar esta movilización de viviendas vacías, se ha producido una bajada del precio del alquiler entre un 8% y un 15%.

rehabilitación pública y privada La rehabilitación de viviendas ha tenido gran empuje en esta legislatura. Tras una fuerte caída en la actividad, fruto de la crisis y los recortes en las ayudas públicas, se recupera la rehabilitación, dice el Gobierno. La nueva ley de vivienda y la mejora de las ayudas especialmente para la gente joven, mayores y personas con escasos recursos, han impulsado esta labor. De las 1.537 rehabilitaciones en 2014 a las 5.429 en 2018 (casi el triple). También las subvenciones públicas para las rehabilitaciones de iniciativa privada se han multiplicado en la misma proporción al pasar de 8,3 millones en 2014 a los 22,7 millones de 2018.

Nasuvinsa ha recuperado la promoción pública rescatando viejos edificios que estaban en desuso, por ejemplo en Tudela (regeneración urbana del Horno de Coscolín), Estella (rehabilitación del antiguo hospital) o Burguete y Garralda (ayuntamientos) para habilitar viviendas de alquiler.

El sistema de rehabilitación en Navarra, según Nasuvinsa, es líder en el Estado y destacan las actuaciones con eficiencia energética. Así, junto a las ayudas y promoción pública, destacan proyectos como Efidistric y NAVility. El primero, en el barrio pamplonés de la Chantrea (que arrancó en 2017 con un plan de regeneración energética que ha rehabilitado 600 viviendas y hay previstas otras 1.200 en la segunda fase). A la vista del éxito en la Chantrea, la regeneración energética se va a extender a otros cinco municipios de la comarca de Pamplona (Ansoáin, Barañáin, Noáin, Villava y Zizur) con el SustaiNAVility.

Otra línea estratégica es el citado plan de rehabilitación de casas en desuso en medio rural para hacer frente al despoblamiento. “Dentro de la estrategia de un urbanismo más sostenible, la política de vivienda gira hacia la ciudad consolidada y la regeneración urbana con la rehabilitación como palanca para recuperar y revitalizar los barrios o pueblos el entorno rural”, destaca José Mª Aierdi.

Nuevo valor de la vivienda. La política de Vivienda del cuatripartito ha revertido el concepto de vivienda. Concebida por su valor de cambio, de inversión, de ahorro o incluso de especulación se le ha dado un valor de uso para dar respuesta a la demanda social y satisfacer un derecho. La etapa anterior priorizó la promoción de vivienda libre y nueva VPO para la venta, a precios elevados e hipotecas inasumibles por la crisis y los bajos ingresos, y no atendió la demanda de alquiler que se estaba disparando y que hoy triplica a la de compra.

Derecho subjetivo a la vivienda. La ley foral del Derecho Subjetivo a la Vivienda tiene por objeto reconocer y con carácter reclamable ante las administraciones públicas el derecho a una vivienda digna y adecuada para cualquier persona empadronada en la Comunidad Foral. En ese camino, se clarifican los distintos usos de la vivienda, se simplifica el procedimiento para declarar las viviendas deshabitadas, se integra su registro en el ya existente de viviendas y se fomenta la rehabilitación protegida. En ausencia de vivienda disponible, la satisfacción del derecho se hace mediante deducciones fiscales por arrendamiento.

Plan de vivienda 2018-28. Para una primera fase (2022), el Plan dispone de 350 millones de euros y prevé que las ayudas al alquiler lleguen a 4.500 jóvenes (contribuir a su emancipación) y 3.600 familias. Otros objetivos: promover al menos 755 viviendas de alquiler social, 1.100 en venta y 140 con fórmulas novedosas (cooperativas, cesión de uso, cohousing, viviendas en bajeras, etc) y rehabilitar 22.300 con apoyo público.

10.000

viviendas protegidas y asequibles es el parque residencial que se plantea el plan para el año 2028.