En Navarra ya se sabe que verano no es sinónimo de calor ni primavera sinónimo de buen tiempo. No hay más que ver el transcurso del presente mes de junio en el que ha habido temperaturas mucho más bajas de lo habitual -con días en los que en Pamplona no se ha llegado a los 15 grados-, lluvia en el norte e incluso la nieve se ha dejado ver en cotas altas del Pirineo.

Pero de la misma manera que el arranque de junio ha sido más frío de lo esperado, la recta final de la primavera va a estar marcada por las altas temperaturas y la estación se despedirá esta semana a 37 grados en algunas zonas de la Comunidad Foral para dar paso al verano. El mercurio de los termómetros ya se disparó ayer por encima de los 30 grados en casi todos los puntos de Navarra y las altas temperaturas se alargarán hasta mañana miércoles, y para hoy la Aemet ha encendido la alerta amarilla por riesgo de calor, ya que en la Ribera de Tudela se pueden llegar a superar los 36 grados.

Por ello, el Instituto de Salud Pública y Laboral informó ayer de que este martes en el sur de la Comunidad Foral se esperan temperaturas mínimas de 21 grados y máximas de 37, lo que supone la primera alerta por calor, aunque con un nivel de riesgo bajo. En el resto del territorio se espera que hoy los termómetros se sitúen por encima de los 33 grados, manteniéndose hasta mañana, antes de que el jueves las temperaturas sufran un descenso de unos 5 o 6 grados. Por otra parte, las temperaturas mínimas se situarán entre los 15 y los 20 grados.

Sensibilización Con el fin de concienciar sobre la importancia de adoptar medidas para prevenir el impacto del calor en la salud, el instituto ha comenzado la distribución de 25.000 folletos, en castellano y en euskera, con recomendaciones para prevenir los daños a la salud provocados por el exceso de calor y consejos para la realización de las actividades propias de la época estival. En este sentido, recordó que en 2018 se atendieron en Navarra 25 casos de enfermedades y un fallecimiento relacionados con el calor, y precisó que ocho de las atenciones tuvieron que ver con el desempeño de la actividad laboral.

Así, desde 1 de junio y hasta 15 de septiembre se ha activado el Plan de prevención de los efectos en salud del exceso de temperaturas en Navarra 2019, que se realiza, como cada año, en colaboración con el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. La vigilancia ambiental del plan se basa en la predicción de temperaturas a cinco días y el uso de umbrales de temperatura máxima y mínima. En función del número de días en los que, de acuerdo a la predicción, se superen ambos umbrales de manera simultánea, se determina el nivel de riesgo.

Hay ausencia de riesgo si no se prevé superar estos umbrales ningún día; el riesgo es bajo si se superan las temperaturas máximas y mínimas durante 1 o 2 días; medio, si se superan los límites 3 o 4 días; y alto, si la situación se prolonga más de cinco días. Cada nivel de riesgo lleva asociado un conjunto de actuaciones de intensidad progresiva.

En este sentido, en el verano de 2018, el número de días con predicción de temperaturas por encima de los umbrales de temperatura máxima y mínima fue de 6 en la zona de Tudela, los días 26 de Julio y 3, 4, 5, 6 y 7 de agosto. En el resto, la predicción superó estos umbrales tan solo un día, el 7 de agosto.

El Plan presenta innovaciones derivadas del proyecto para la adaptación al cambio climático Life-NAdapta que cuenta con financiación de la Comisión Europea. Navarra se ha dividido en tres zonas, atlántica, central y Ribera-Eje del Ebro, para las que se va a ensayar el uso de temperaturas umbrales distintas.

Como indicadores de impacto en salud de las altas temperaturas, además de la monitorización diaria de la mortalidad y del número de urgencias hospitalarias, en 2019 se analizará también el número de avisos a SOS Navarra. Finalmente, se han mejorado los materiales informativos dirigidos a población general, práctica de deportes y peregrinos, para su uso tanto en soporte físico como digital.

perjuicios del calor El calor excesivo puede alterar las funciones vitales del cuerpo humano si este no es capaz de compensar las variaciones de temperatura, produciendo una pérdida de agua y electrolitos y provocando daños como calambres, deshidratación, insolación o los llamados golpes de calor. Los síntomas de alerta ante los que se recomienda consultar con los servicios de salud son una temperatura corporal muy alta (por encima de 39), piel roja, caliente y sin sudor, pulsaciones rápidas y dolor de cabeza punzante.

Es preciso extremar precauciones con menores de cuatro años y mayores de 65 años, así como tener en cuenta que el riesgo puede incrementarse en puestos de trabajo con condiciones de temperatura y humedad relativa elevadas, que requieran un especial esfuerzo físico o el uso de ropa y equipos que impidan disipar el calor.

36,5

grados

El umbral de riesgo por calor se activa cuando la temperatura máxima supera los 36,5 grados. El año pasado, en la Ribera de Tudela se superó este umbral seis días y en el resto de Navarra tan solo uno.