La cuestión no deja de ser una mera curiosidad amplificada por redes sociales y medios, pero es probable que los próximos días pueda acabar en la pequeña historia estadística sobre máximas de temperatura. En esto entran en juego muchas variables como si se toma como referencia el propio mes de junio, el lugar en concreto del territorio que sirva de comparación o hasta qué punto son homologables los datos de un siglo atrás con los nuevos sistemas de registro. Sin embargo, la impresión generalizada entre los expertos estatales y locales es que mezclando diferentes factores, en una visión de conjunto sí que podemos estar ante un fenómeno que puede marcar un hito.

En el caso del mes de junio, ya hay precedentes de una ola de calor de esta calibre en lo que es la vertiente cantábrica, muy sensible a estas corrientes de aire sur. Fueron tres episodios los días 21 de junio de 2003 y 30 de junio de 2015, cuando algunas localidades como Lesaka o Lekaroz superaron los 40 grados mientras que el 19 de junio de 2000 los termómetros no bajaron a la noche de los 24 y 25 grados en Sunbilla. Si se va a la vertiente mediterránea, en estos parámetros de máximas muy altas, en términos generales, hay otros momentos que han entrado en la historia como son junio de 2001, agosto de 2012 (muchos lugares superaron los 40 grados también) y, sobre todo, 1982 con una arranque de los Sanfermines auténticamente abrasador en gran parte de Navarra llegando Corella o Fitero a los 43 grados a la sombra.

Este es el marco estadístico-histórico sobre el que se valorarán los parámetros que deparen los próximos días que serán especialmente llamativos en cuanto a las máximas porque en el caso de las mínimas la cronología sería otra. En este sentido junio de 1994 fue famoso por la noches tropicales en media Navarra. No obstante, desde Aemet se pone el foco en las temperaturas diurnas, en este caso.