pamplona - La mendicidad en Navarra es urbana, está masculinizada, se concentra en personas de entre 30 y 50 años de edad y solo dos de cada diez mendicantes son personas de origen autóctono. El estilo predominante es la petición de forma individual y el perfil sociodemográfico habitual se corresponde mayoritariamente con el de un varón extranjero. La representación más numerosa de las personas que mendigan por la calle en Navarra es la de procedencia de Europa del Este (47,3%) siendo el segundo grupo más importante de origen africano (22,9%).

Estos datos son algunas de las conclusiones extraídas del estudio que sobre Mendicidad en Navarra ha realizado el Observatorio de la Realidad Social para conocer la realidad de este fenómeno que se ha intensificado como consecuencia de la crisis. Según esta investigación, realizada en la primavera de 2018 en los municipios con más de 5.000 habitantes, practican la mendicidad en Navarra unas 205 personas, de las que 137 son hombres y 68 mujeres. Entre otras conclusiones, destaca el informe que no hay base para considerar la existencia de mafias aunque se observa la existencia de “mendicidad colectiva” sobre todo entre las personas del Europa del Este, en las que se observa una cooperación para adjudicar los lugares estratégicos en los que pedir dinero, incluso en los que las personas son dejadas y recogidas por un vehículo. Queda para otro estudio determinar si estas personas realizan la mendicidad de manera voluntaria o no.

Se trata de un estudio pionero en la Comunidad Foral sobre un fenómeno que “es muy visible en público pero tremendamente opaco en su seno y con una complicada intervención social”, reconocen los autores. La investigación ha sido realizada por un grupo motor en el que había representantes del Observatorio de la Realidad Social, el Ayuntamiento de Pamplona (área de alta exclusión, centro de personas sin hogar y Policía Municipal), la Red de Lucha contra la Pobreza, Caritas Diocesana y alumnado del Grado de Trabajo Social de la UPNA, que se encargó de realizar el trabajo de campo.

En el otro lado de la investigación, para la recopilación de datos y valoraciones de las fuentes informantes se ha consultado con tres vías no excluyentes entre si: los servicios sociales, las policías locales y las parroquias vinculadas a Caritas Navarra. En cuanto al ámbito de actuación, informa el Observatorio de la Realidad Social del Departamento de Derechos Sociales, el rastreo se realizó en municipios navarros con más de 5.000 habitantes poniendo el foco en la mendicidad de calle ya que la realizada puerta a puerta se da en estos municipios pero también en pueblos pequeños que no han sido objeto de este estudio.

conocer la realidad Para realizar este trabajo, se realizaron entrevistas a personas mendicantes y se recabaron las opiniones del entorno en el que se practica la mendicidad. En concreto, se pasó un cuestionario breve a 70 personas próximas al ejercicio de mendicidad, como observantes cotidianos de esta práctica. Se trata de personas que trabajan en comercios próximos a los puntos de mendicidad. También se entrevistó a 20 personas mendicantes para conocer sus circunstancias, trayectoria vital y expectativas de futuro, salud, procedencia, servicios e ingresos obtenidos. De estas 20 personas, solo 5 son mujeres; 5 son autóctonas y 15 de origen extranjero.

El objetivo general del estudio, según informa el Observatorio de la Realidad Social, es “establecer un mapa de la mendicidad callejera en Navarra”. Los objetivos específicos son cuantificar las personas que ejercen la mendicidad, comprobar las diferencias entre las localidades, conocer el fenómeno en Navarra, indicar sobre las distintas formas de mendicidad de calle, determinar los perfiles sociodemográficos, detallar la presencia de menores, investigar la existencia de organizaciones formales o informales, conocer las necesidades económicas y sociales de estas personas y de su entorno, analizar si conocen la política contra la exclusión social en Navarra y concretar si hay vínculos entre el sinhogarismo y la mendicidad.

El estudio, según el Observatorio de la Realidad Social, permite cuantificar por primera vez el fenómeno de la mendicidad en Navarra, conocer perfiles, localizar ubicaciones y averiguar rutinas. Para futuras investigaciones quedan por responder cuestiones relevantes como cuáles son las trayectorias vitales previas, las dinámicas de la mendicidad en grupos, las relaciones de estas personas con los recursos contra la exclusión o cuáles deben ser las políticas de intervención pública en Navarra.