El departamento de Salud lleva inmerso toda la legislatura en una línea estratégica para tratar de sensibilizar en contra del elevado consumo de alcohol en Navarra por diferentes razones. La ola de calor ha venido a poner de actualidad esta apuesta ya que, según todos los estudios científicos alertan de que el alcohol (además de la cafeína) lejos de servir para satisfacer la sed es un potente deshidratante ya que inhibe el sistema hormonal con un efecto diurético que provoca que el ser humano elimine más líquido que el que ingiere, perdiendo electrolitos fundamentales para el equilibrio del cuerpo. Ésa es la explicación de la típica sensación de resaca y la tendencia a ir al baño cuando se sale de juerga o se ingiere una buena cantidad de bebidas alcohólicas. Esto unido a un ambiente de calor o a celebraciones en masa tipo conciertos puede provocar estos días una cuadro muy delicado ya que el alcohol, como advertía el propio director general de Salud Luis Gabilondo tras el comité de crisis celebrado el jueves en Tudela, “puede perturbar la conciencia” lo que impide a una persona darse cuenta de que se encuentra en una situación de riesgo.

Por ello, y a aunque el gremio cervecero o el sector hostelero pueda sentirse molesto, lo cierto es que esa creencia popular de que se puede combatir la ola de calor con una buena caña puede tener sus efectos contraproducentes sino se es consciente de su influencia sobre el cuerpo humano. En organismo tiene una hormona (arginina vasopresina o antidiurética), responsable de controlar la reabsorción de agua en los riñones, la concentración de la orina y la disminución de su volumen. El consumo de alcohol inhibe esta hormona, por lo que baja o falla la reabsorción del agua, que se desecha a través de la orina. Es como si abriéramos el “tapón” de nuestra fregadera corporal.... Esto es lo que provoca el incremento la frecuencia de ir al servicio cuando se está bebiendo alcohol.

Una eliminación de orina más alta de lo normal puede producir deshidratación y aumenta la sensación de sed. Pero no solo eso. Una diuresis (secreción de orina) elevada causa, además, alteraciones electrolíticas (sodio, potasio?) que se pueden manifestar, en los casos más leves, con síntomas como cansancio, debilidad, calambres musculares o fatiga. Por ello, ante el calor y la sed las autoridades sanitarias recomendiendas consumir preferentemente agua (o bebidas sin alcohol e incluso isotónicas) y hacerlo además de manera muy frecuente antes de sentir sed.