pamplona - Un hombre de 42 años sufría ayer un accidente de Parapente en las inmediaciones de San Miguel de Aralar. El varón, en estado grave aunque fuera de peligro, fue trasladado en helicóptero medicalizado al Complejo Hospitalario de Navarra (CHN).

La caída, sufrida a la altura del km 16 cerca de la pista de cemento que sube a Uharte Arakil, fue atendida por Policía Foral, tras la llamada de emergencias recibida a las 16.04 horas, El accidentado sufre una fractura de cadera, otra abierta de antebrazo y traumatismo craneoencefálico. El hombre, a pesar de ser trasladado al CHN en estado grave, ayer al cierre de la edición de este periódico no se encontraba en situación de riesgo.

varios fuegos sofocados En otro orden de cosas, la ola de calor provocó ayer varias intervenciones de bomberos de Navarra. La más reseñable, con llamada de emergencia recibida a las 15 horas de ayer, fue la de un incendio en Murillo el Cuende (merindad de Olite), donde el fuego se propagó y quemó 30 hectáreas. El incendio comenzó en un campo cosechado y alcanzó otros terrenos aledaños, pero estos sin cosechar. La mayor parte de la zona quemada se correspondía a tierras con rastrojo. Al lugar acudieron Bomberos de Tafalla, de Peralta, de Tudela y de Cordovilla.

Desde emergencias de Navarra comunicaban que el fuego estuvo controlado a las 17 horas, y sofocado hacia las 20 horas. A esta hora, se retiraban los medios que habían permanecido en el lugar ejerciendo labores de refresco. Hasta la zona de Murillo el Cuende acudieron, asimismo, dos brigadas de refuerzo de incendios forestales (BRIF) con helicópteros y el avión Azor, con base en el Aeropuerto de Noáin.

Por otro lado, en la localidad de Sorauren, la posada sufría un incendio originado en el asador o chimenea del restaurante. La llamada de emergencia se recibía a las 13.30 horas y acudieron al lugar Bomberos de Trinitarios y Policía Foral. Los agentes procedieron a la evacuación del local, donde ninguna persona precisó de atención médica, mientras Bomberos de Trinitarios apagaron el fuego.

Las llamas, según contaron desde la Posada, se originó en la cocina del local y sólo afectó a una esquina en la que se encontraba el aparato donde se asa la carne. En el momento en el que se originó el fuego, hasta nueve trabajadores se encontraban en el local preparando una boda de unas 40 personas en la que tuvieron que cancelar la reserva de la comida. Desde la Posada, lamentaban ayer las molestias causadas y también el susto provocado por el humo que había sufrido todo aquel que se encontraba cerca. A pesar de los daños materiales de una esquina de la cocina, el fuego no afectó al resto de estancias del restaurante. De este modo, ayer mismo, una vez superado el sobresalto y renovadas las fuerzas -según dijeron trabajadores del local- continuaron ofreciendo cenas en el restaurante ayer noche y este seguirá abierto estos días sin afectar a sus reservas y comidas, más allá de la obligada clausura, por el momento, de su asador de carne, “pero ofreciendo todo el resto de comidas”, expusieron.