PAMPLONA - El conductor de villavesa que fue agredido el 6 de julio por un pasajero que lo agarró del cuello cuando el vehículo se encontraba en marcha a la altura de Buztintxuri denuncia que la situación generada “pudo ser muy grave, porque con una mano iba conduciendo y con la otra me intentaba defender. Pudo provocar un accidente o un atropello”, al tiempo que reclama que la empresa concesionaria del transporte urbano comarcal TCC instale mamparas en todos los autobuses como medida de protección para los chóferes. “Con una mampara no habría ocurrido lo que pasó”, recalca.

De 41 años y vecino de Arazuri, el conductor agredido, que se encuentra de baja, recuerda que el día 6 empezó su jornada laboral en la Línea 16 a las 14.24 horas. “El autobús fue lleno para arriba y para abajo todo el día. El problema es que hay gente que se monta en la villavesa por las puertas traseras para no pagar”. Es lo que ocurrió en la parada de Cuatrovientos. “Nosotros no somos policías municipales, nosotros estamos conduciendo y cerramos las puertas cuando vemos que la gente ha terminado de bajar”, explica.

Al parecer, la persona que le iba a agredir momentos después formaba parte de un grupo que no había podido subirse al completo por las puertas de atrás. “Entre la parada de Cuatrovientos y la siguiente en dirección a Berriozar, vino una persona por detrás y me echó la mano al cuello. Cuando se la aparté, me cogió con su antebrazo y me presionó contra el asiento. Ante esta agresión, intenté conducir con una mano para no perder el control del autobús y con la otra mano me defendía”, relata el chófer.

AUXILIADO POR OTROS PASAJEROS Tras alcanzar la parada situada junto a la residencia de las Hermanitas de los Pobres, el conductor paró el autobús y fue auxiliados por otros pasajeros. “Al agresor se le echaron encima dos o tres personas, abría las puertas y lo echaron fuera. Él iba bebido y no se entendía lo que decía, pero era algo de la puerta. Yo avisé a la central, vinieron policías municipales y se quedaron con él”.

Aunque el chófer intentó concluir su jornada laboral, “estaba cardiaco, nervioso... Podría haberme subido a una acera tranquilamente, haber provocado un accidente. Por eso es muy importante que el autobús no llevara mampara, porque con mampara no habría pasado. Desde la empresa no le ponen ganas porque hay autobuses con mampara parados y hay autobuses funcionando sin ellas. Y cuestan cuatro pesetas”.

Este conductor, que acumula más de 5 años de experiencia y que denunció los hechos ante la Policía Municipal de Pamplona, afirma que “agresiones verbales sí he sufrido, por desgracia, pero llegar a las manos nunca. Estando parado ya lo veo grave, pero que me agrediera en movimiento es aún más grave”. El comité de empresa de TCC ha convocado hoy miércoles, día 10 de julio, una concentración entre las 11.00 y las 12.00 horas en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona.