thamara Domene Domene considera “muy importante” que las enfermeras se especialicen: “Cuando sales de la carrera sabes un poco de todo, y te van llamando de diferentes especialidades hospitalarias, donde aprendes, pero no llegas a profundizar en ninguna porque enseguida te cambian. Con la especialidad se conseguiría que cada enfermera fuera experta en un ámbito que ella ha elegido y, por lo tanto, la calidad de los cuidados aumentaría. Es decir, ya no eres un cajón de sastre que sabes un poco de todo, sino que eres experta en un área”. En su caso, desde el pasado 26 de mayo, es la primera especialista en Enfermería Geriátrica formada en el Complejo Hospitalario de Navarra, donde tuvo como tutoras a Esperanza Ciérvide y Conchi Molina.

Esta joven de 25 años, natural de la localidad almeriense de Macael y graduada por la Universidad de Granada, hace una valoración “muy buena” de la formación que recibió durante dos años en la Unidad Docente Multiprofesional de Geriatría, porque “todo el equipo ha puesto mucho interés para que la formación sea completa y, además, tienen mucho en cuenta la opinión del residente, en cuanto a los gustos que tiene, para seguir formándose”.

Tras considerar que su experiencia en la planta de Geriatría del Complejo ha merecido “mucho la pena”, porque las personas que ahí están “son maravillosas, súper majas y se vuelcan mucho en enseñarte lo que saben”, además de que ellas también “aprenden de ti”, Domene reconoce que “al ser el primer año todos los cursos que eran transversales estaban muy enfocados a los MIR, a los Médicos Internos Residentes, pero es normal, estaba yo sola de enfermera”. Por ello, manifiesta su deseo de que el año que viene, con la entrada de más profesionales de enfermería para especializarse en otros ámbitos, “se vaya mejorando la formación” dirigiéndola más hacia este colectivo.

por qué geriatría Ante esta pregunta, responde que “porque me gustan las personas mayores”, si bien se lamenta de que, a diferencia de otras disciplinas, como Salud Mental o Pediatría, “no tenemos bolsa específica”. En este sentido, explica que mientras a compañeras “les llaman para trabajar en las unidades de Salud Mental o de Pediatría, en el caso de Geriatría no tenemos bolsa específica y nos llaman por enfermera generalista, como una persona que no tiene especialidad, y puedes caer en cualquier unidad”. De hecho, ella ahora trabaja en un servicio de Medicina Interna en Madrid, lo cual “no tiene nada que ver”.

La rama por la que se decantó se considera una de las especialidades del futuro, por no decir del presente, teniendo en cuenta el envejecimiento de la población; un fenómeno que irá a más en los próximos años. Por ello, asegura que “necesitaremos especialistas, tanto médicos como enfermeras, y plantas de Geriatría que traten a estas personas como se merecen, porque también son un grupo de edad que tiene sus peculiaridades, como ocurre con la Pediatría, y no se pueden tratar como un adulto de mediana edad”.

En este sentido, expone que una enfermera geriatra “ve a la persona mayor globalmente; no solamente se centra en darle medicación, sino en promover que tenga estilos de vida más saludables, que se levante, que ande, se preocupa por su situación social, porque la mayoría de las personas mayores por desgracia no tienen buenos apoyos sociales, así como en prevenir y darse cuenta de si tiene ciertos síndromes geriátricos, como el estreñimiento, la disfagia o la incontinencia, que a veces se pasan por alto y que son muy importantes también en el tratamiento”. Y es que, concluye Domene, “cuando uno se hace mayor lo fundamental es la funcionalidad y que su calidad de vida siga siendo alta”.