pamplona - Viajar de Navarra a Gipuzkoa durante los próximos cuatro años va a ser algo más lento de lo habitual. Entre 2020 y 2023, la Diputación de Gipuzkoa ejecutará las obras de acondicionamiento de seis túneles de la Autovía de Leitzaran (A-15) para adecuarlo a la normativa europea. Para ello, invertirá 48,3 millones de euros en los próximos cuatro años para cumplir así con las exigencias de la Unión Europa para este tipo de instalaciones, con más de 500 metros de longitud, integradas en la red transeuropea de carreteras. Se trata de actuaciones dirigidas a mejorar la seguridad de los túneles, tales como contar con sistemas contra incendios, áreas de evacuación, de detección de incidentes, de megafonía y ventilación y puntos de socorro, entre otros.

En concreto, los trabajos de acondicionamiento se realizarán en seis túneles -los dos de Belabieta (1.828 metros), Gorosmendi (814 metros) y Oindolar (552 metros)- que actualmente no cumplen con la directiva europea 2004/54/CE, cuyo objetivo es “garantizar un nivel mínimo de seguridad a los usuarios mediante la prevención de situaciones críticas que puedan poner en peligro la vida humana, el medio ambiente y las infraestructuras de los túneles, y mediante la protección en caso de accidente”.

Según ha dado a conocer esta semana la portavoz de la Diputación foral, Eider Mendoza, el consejo de Gobierno dio luz verde a acometer esta inversión y mostró el compromiso de concluir los trabajos en la presente legislatura, ya que el plazo dado por Europa para la adecuación de los túneles concluyó el pasado 30 de abril, tras una prórroga del plazo inicial de cinco años. Mendoza recordó que la Diputación comenzó a trabajar en este ámbito la pasada legislatura, cuando se iniciaron los trabajos en los dos tubos del túnel de San Lorentzo (789 metros). A día de hoy, las obras en la galería en dirección Pamplona están ya concluidas, mientras que en dirección Donostia están “muy avanzadas” y la previsión es que pueda reabrirse al tráfico en su totalidad el próximo mes de noviembre. Esta obra ha supuesto un desembolso de 12 millones de euros para las arcas guipuzcoanas. De esta manera, señaló que una vez concluida esta instalación, se comenzará a trabajar “paulatinamente” en los seis tubos restantes.

las obras pararán en invierno Según explicó la portavoz guipuzkoano, se trata de un proyecto “no exento de dificultades”. Hay que tener en cuenta que la A-15 es una autovía de montaña y, por lo tanto, las obras se paralizarán durante los meses de invierno, por lo que solo se llevarán a cabo entre el 15 de marzo y el 15 de noviembre. Además, debido al gran volumen de tráfico que circula por esta carretera, no es posible actuar en más de un túnel a la vez. Por ello, la Diputación contempla un plazo máximo de cuatro años para concluir todas las actuaciones.

Las obras previstas en los túneles son, entre otras, las siguientes: soluciones de estabilización, renovación del drenaje, adecuación de las instalaciones de suministro de energía, redimensionamiento de equipos eléctricos, actualización del sistema de iluminación, con tecnología led para reducir el coste de explotación, reinstalación del sistema de ventilación, e inclusión de un sistema de protección contra incendios compuesto por una red de hidrantes y una columna seca en el interior de la galería. Además, se incorporarán las tecnologías más punteras para actualizar la gestión viaria, controlar la circulación y los aforos, mejorar el sistema de circuito cerrado de televisión para instalar un sistema de Detección Automática de Incidentes (DAI), y el sistema de comunicaciones con el usuario, renovando el sistema de Postes SOS e incluyendo un sistema de megafonía.

“Con este Plan, la Diputación ratifica su compromiso para, salvando las diversas dificultades y complejidades que se nos presentan, acometer este proyecto y cumplir con la directiva europea. La conservación de las carreteras está marcada en rojo en cualquier plan estratégico nuestro, y esta decisión va precisamente en esa dirección”, defendió Mendoza.

Mayor seguridad para los usuarios

Antecedentes. El objetivo de la directiva europea para los túneles de una longitud superior a 500 metros es garantizar un nivel mínimo de seguridad a los usuarios mediante la prevención de situaciones críticas que puedan poner en peligro la vida humana, el medio ambiente y las infraestructuras de los túneles. La Comisión Europea diseñó esta normativa después de las tragedias de los túneles de Mont Blanc y San Gotardo a comienzos de este siglo. Los trabajos se centran en instalar una iluminación más eficiente, escapatorias adaptadas y más visibles, mejor salida de humos o señalizaciones más claras. Esta directiva se remonta al año 2004. En ella se fijó un plazo de 10 años, que después se amplió en 5 años más, para la adecuación de todas las infraestructuras. En el caso de Navarra, quedan por acondicionar los túneles de Belate y Almandoz, y ninguno de los Gobiernos de UPN realizó ninguna actuación en estos tubos y las adoptadas por el Ejecutivo anterior el año pasado ni han sido suficientes.