Madrid - La titular del juzgado de instrucción número 6 de Ceuta ha procesado a 16 guardias civiles por presuntos delitos de homicidio por imprudencia grave y denegación de auxilio en la frontera del Tarajal en febrero de 2014, cuando murieron quince inmigrantes que intentaban alcanzar a nado la costa.

Después de que la causa, impulsada por varias ONG, fuera archivada y reabierta en dos ocasiones, la jueza María de la Luz Lozano ha dado el último paso antes de la apertura del juicio oral con un auto en el que deja claro que en la instrucción se han hallado “indicios”, que no “pruebas” de los delitos, y reivindica más medios y recursos para la Guardia Civil.

Los hechos ocurrieron el 6 de febrero de 2014, cuando cientos de personas se lanzaron al mar para llegar a España a nado y quince murieron ahogadas en la playa ceutí del Tarajal, mientras los guardias civiles investigados disparaban bolas de goma y botes de humo al mar para disuadirlos “en defensa de las fronteras españolas”.

Al analizar la acusación de denegación de auxilio, la jueza ve claro que “en el mar había personas migrantes que podían sufrir un mal, incluso la pérdida de la vida, y que debían ser auxiliadas por los agentes investigados, que se abstuvieron de hacerlo”.

Respecto al homicidio por imprudencia, detecta indicios de que la actuación de los agentes puedo contribuir “co-causalmente” a la muerte por ahogamiento de las quince víctimas por una posible falta de proporcionalidad.

“Las fronteras han de protegerse, pero sin dejar desprotegidas a las personas”, señala en el auto.

La jueza recalca que los indicios recabados “no prejuzgan la culpabilidad de los agentes”, que deberá dilucidarse en el juicio oral.

En la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) recibieron con satisfacción el auto porque demuestra que las fuerzas de seguridad “deben adaptarse al marco normativo y al respeto de los derechos humanos”, resaltó la directora de Políticas y Campañas, Paloma Favieres. - Efe