donostia - Un helicóptero llevará mañana a la isla de Santa Clara las piezas de la grúa que trabajará en la obra de transformación de la casa del faro de la isla para acoger la intervención escultórica ideada por Cristina Iglesias. La aeronave realizará varios vuelos desde el Paseo Nuevo hasta la isla, sin aterrizar en ningún momento, e irá transportando fragmentos en cada viaje, que después se montarán in situ en Santa Clara.

Estas son las previsiones que maneja el Ayuntamiento de Donostia, que espera también que la propia artista visite la isla el viernes. Una vez preparada la grúa y otros detalles para la obra, los trabajos comenzarán la próxima semana, según informó el Consistorio. “El proyecto contempla un riguroso plan de residuos que garantiza el adecuado tratamiento de todos los escombros generados con el fin de provocar la mínima afección en la isla y sus alrededores”, añadió el Ayuntamiento. La creación artística será visitable en septiembre de 2020, según las actuales previsiones.

El primer paso de las obras encargadas a la empresa Moyúa consistirá en la demolición interior del edificio de la casa del faro, con el consiguiente traslado de los escombros y los residuos que genere la operación. Además, se creará en el suelo un agujero de unos 8,5 metros de profundidad en el que se insertará la vasija de bronce con relieves e incrustaciones brillantes, por la que discurrirá el agua de un circuito cerrado, que emulará el movimiento de las mareas. La creación metálica está siendo fabricada por la firma Alfa Arte en Eibar.

La obra de vaciado se alargará por un plazo de unos tres meses y supondrá una generación de residuos aproximada de 1.058 toneladas de escombros, madera y piedras, entre otros materiales. El volumen total de lo retirado será de 676 metros cúbicos, según los cálculos del proyecto de la actuación, redactado por LKS.

a vertederos Los residuos que se extraigan del interior del edificio y del hueco que se abrirá dentro, en el suelo de la propia isla, deberán ser depositados en vertederos. Para ello se llevarán en barco desde la isla hasta el muelle de Donostia antes dirigirse a sus destinos.

Para su transporte, los escombros que se vayan extrayendo de la casa del faro serán almacenados en sacas de un metro cúbico de capacidad aproximadamente. Estas serán transportadas por tubos de evacuación a través de una ladera, hasta una explanada situada en la parte baja de la isla. Desde este punto, las sacas se colocarán en carros para llegar al embarcadero, donde se cargarán con una grúa-pluma para su evacuación en barca.

Los residuos potencialmente peligrosos que tengan que ser retirados de la casa del faro, como fluorescentes y otros materiales, se trasladarán en contenedores metálicos específicos.

Toda la zona en obras quedará vallada, con el fin de impedir el acceso de personas ajenas a los trabajos. La maquinaria que circule por la isla será de tipo oruga.

Una vez vaciado el edificio y eliminada la planta existente, se asentarán las fachadas de la casa del faro, que están protegidas, y se preservarán sus ventanas. El techo del edificio también se eliminará y se transformará en una nueva cubierta acristalada, con un lucernario central y paneles solares.

Además, se creará una nueva puerta de acceso a la torre del faro, que conservará su escalera de caracol metálica, y permanecerá en servicio tanto durante las obras como después de ellas.