pamplona - El concurso-oposición de celador, a cuyas pruebas del próximo mes de noviembre se han inscrito más de 6.000 personas que optarán a 110 plazas, constituirá el primer problema tras la anulación parcial del decreto que reformaba parte de la Ley del Euskera.

Al no ser firme todavía la sentencia del TSJN, el decreto podría continuar en vigor si el Ejecutivo no opta por el recurso de casación ante el Supremo antes de 30 días, por lo que los opositores, que llevan diez años esperando el concurso, seguirían teniendo como mérito el euskera.

Según explicó el responsable del sector sanitario de UGT, Pablo Unzueta, esto podría decidir varias de las plazas convocadas, ya que gran parte de los convocados están igualados en los méritos al haber trabajado durante esta década en el SNS-O y sumar lo mismo en este apartado. Además, al tratarse de una prueba tipo test, las calificaciones son más ajustadas de lo normal y el conocimiento del euskera sería clave para acceder a la plaza. - J.V.C.