El papel de los profesionales de la salud es fundamental para que las personas puedan dejar de fumar. Así lo avalan los datos en Navarra, que indican que con su ayuda hay un mayor porcentaje de abandono del tabaquismo que sin ella; un 40% frente a un 35%. Este apoyo intensivo, que forma parte del programa para dejar de fumar junto a los fármacos, puede ser individual o grupal, dependiendo del centro de salud en el que se solicite.

Andoni Andueza, médico de familia desde hace 20 años, lleva a cabo el apoyo intensivo individual con varios de sus pacientes, que consiste en concertar con ellos cuatro o cinco citas en su consulta del centro de salud de Barañáin a lo largo de los meses. En esas visitas ofrece a cada persona un plan personalizado con un entrenamiento previo que tiene que hacer para dejar poco a poco de fumar y con estrategias que le ayuden a evitar situaciones en las que puede recaer con mayor facilidad. “La nicotina es muy adictiva y está en todos los sitios, sobre todo en los momentos en los que bajan la guardia. Cada uno tiene su adicción y sus medidas para dejarlo”, explica Andueza.

Fármacos Una vez que el paciente ha conseguido dejar de fumar con la preparación previa, se receta uno de los tres fármacos (los parches de nicotina, el bupropion o la vareniclina) para que siga con el proceso. “Los tres han demostrado igual eficacia. Se ven las contraindicaciones que tiene cada uno y se le propone al paciente un tratamiento que pueda ser eficaz con sus características, y con su aprobación se hace la receta”, señala el doctor Andueza, miembro del Grupo de Abordaje del Tabaquismo de la semFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria).

Dentro del programa se financia un tratamiento por persona al año, y el pago se realiza en función de la renta de cada una. Una medida que Andueza piensa que “va a reducir mucho el gasto farmacéutico y va a tener un impacto positivo en la salud”. Además, valora “muy positivamente” la posibilidad de que “personas con pocos recursos puedan acceder con total gratuidad o con su porcentaje adecuado a estos fármacos”. De hecho, según los resultados de la evaluación del programa para dejar de fumar, el 61% de las personas participantes tenían una renta inferior a 18.000 euros, un dato que Mª Ángeles Nuin, directora gerente del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, considera “muy importante, porque siempre se ha visto que la prevalencia de tabaco es más alta en las poblaciones con un nivel socioeconómico y educativo menor, y esto nos ayuda a pensar que va a contribuir a la equidad”.

Más apoyo a los profesionales Aunque el programa de ayuda para dejar de fumar, con la financiación de los fármacos esté “muy bien”, los profesionales sanitarios, como Andueza, también demandan “más apoyo a los médicos de familia y enfermeras en su día a día, de tiempo y educativo, con material informativo para poder proporcionárselo a los pacientes.