altsasu - Las madres y padres de los jóvenes de Altsasu recibieron ayer “con rabia e impotencia” la sentencia del Tribunal Supremo. “Nos sentimos monigotes de los tribunales. En estos tres años todavía no hemos visto justicia”, señaló Edurne Goikoetxea, en nombre de Altsasu Gurasoak. “La sentencia del Tribunal Supremo da continuidad a la injusticia y mantiene a nuestros siete hijos en la cárcel”, afirmó. “Ha quedado claro que no era terrorismo y que no había agravante de discriminación ideológica y sin embargo les esperan un montón de años. El sin sentido sigue”, abundó. Por otro lado, señaló que “la única aportación positiva que hemos podido hacer es que no prosperara la petición de delito de terrorismo con la ley antiyihadista y que no se pueda aplicar tan fácilmente tampoco el agravante de discriminación ideológica. Hace un minisuelo ético. Hacia nosotros la situación ha cambiado poco”, aseguró.

Otra de las madres, Bel Pozueta, aseguró que “esto es una barbaridad jurídica y social. Esta sentencia ha querido maquillar una sentencia anterior injusta”, lamentó. “Desde los inicios había una petición totalmente desproporcionada”, abundó. Si bien los hechos se vincularon con terrorismo, con petición de hasta 62 años de cárcel, la sentencia de la Audiencia Nacional fue por agresión, con las máximas penas previstas. Por otro lado, señaló que aún queda recurrir al Tribunal Constitucional y posteriormente al de Derechos Humanos de Estrasburgo, que en su opinión “llamará la atención y sacará los colores al Estado español, pero en nuestro caso ya no va a aportar más justicia, porque para cuando llegue eso nuestros hijos habrán cumplido la pena íntegra”. En este sentido, incidió en que “el mal estará hecho por las consecuencias de esa pena de cárcel a nivel personal, a nivel humano, a nivel familiar. Eso no se puede luego ya compensar”, lamentó.

A la pregunta de cómo han recibido la noticia los jóvenes, observó que “muy nerviosos, intentando adivinar qué consecuencias conlleva esta rebaja de condenas, haciendo cálculos matemáticos para ver cómo queda al final su futuro, según la ley penitenciaria”. - N.M.