pamplona - La parada cardíaca, dentro de las llamadas urgencias tiempo dependientes, “es la más grave de todas”, explicó ayer Kiko Betelu, jefe del servicio de Urgencias Extrahospitalarias del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O). En la Comunidad Foral se producen alrededor de 170-180 episodios de este tipo al año, uno cada dos días, y en aproximadamente la mitad intervienen los servicios de emergencias, unas 90-100 paradas cardíacas por año. “En este momento, entre un 10% y un 20% de las que reciben asistencia sanitaria sobreviven sin secuelas neurológicas y vuelven a hacer una vida normal”, destacó Betelu. Unas cifras que, como apuntó, “están muy por encima de muchas comunidades y de muchos países”, pero que “todavía se encuentran lejos de las zonas más desarrolladas, que llegan a conseguir supervivencias en algunos casos de hasta el 40% y el 50%”. La clave para alcanzar esos datos “tan espectaculares”, sostuvo el especialista, está en la intervención de la ciudadanía, en la implicación de la sociedad civil, de manera que “todo el mundo comprendamos que las paradas cardíacas salen si actúa desde el minuto uno la persona que la ha presenciado”.

Si un individuo que sufre una muerte súbita no recibe atención efectiva en siete u ocho minutos, fallece. Sin embargo, los servicios de emergencia “por potentes y por rápidos que sean casi nunca pueden llegar a tiempo. No hay helicóptero, no hay UVI móvil, que te lleve a un domicilio, a un cuarto piso, a un gimnasio, a una cafetería, donde se producen estos eventos, en 7 minutos”, dijo Betelu, quien incidió en la importancia de que “toda la sociedad civil entienda que el que tiene que intervenir es el que está al lado y eso sólo se hace gracias a la colaboración de muchísimos agentes”.

Betelu hizo estas declaraciones, con motivo del Día Mundial de la Parada Cardíaca, en la rueda de prensa convocada por CaixaBank, El ABC que Salva Vidas y la Fundación El Azucarillo Solidario para presentar un nuevo proyecto que tiene como meta mejorar las tasas de supervivencia de la muerte súbita en Navarra.

600.000 sobres de azúcar Mikel Lobato, presidente de la citada fundación sin ánimo de lucro -creada este mismo año-, explicó que esta entidad tiene como objetivo “promover donaciones de empresas a asociaciones u ONG y difundir los proyectos que estas ponen en marcha a través de los azucarillos solidarios”. Para ello, consideró “fundamentales la entidad que hace la donación, en este caso la Caixa, que entrega 6.000 euros; la asociación que recibe, El ABC que Salva Vidas; y el cafetero distribuidor, Cafenasa, que dona casi todo el espacio del azucarillo para los mensajes, los pone en el mercado y va a hacer que todas las personas se puedan descargar la aplicación para salvar una vida”. Esta iniciativa permitirá lanzar 600.000 sobres, en los que se incluyen frases de supervivientes, de instructores, de profesores, de colaboradores, de entidades que apoyan el proyecto y de medios de comunicación, como DIARIO DE NOTICIAS, además de un código QR para poder descargarse la aplicación Rápida. Esta herramienta geolocaliza los desfibriladores de Navarra e incluye una parte de formación para la ciudadanía en parada cardíaca y atragantamiento del adulto y del niño, así como para detectar el ictus y el infarto de miocardio.

La directora territorial de CaixaBank en Navarra, Ana Díez Fontana, destacó que “la labor que realiza El ABC que Salva Vidas es muy importante”. En este sentido, Diego Reyero, jefe de sección de Emergencias y Transporte Sanitario y uno de los fundadores de la asociación -junto con Clint Jean Louis y Carlos Beaumont-, hizo balance de la actividad que han realizado desde el año 2010. Tras apuntar que “ocho de cada diez paradas son presenciadas por un familiar, alguien cercano, un testigo”, lo que “nos da un margen de mejora clarísimo”, el doctor Reyero reiteró que “cualquiera en cualquier lugar puede hacer una reanimación cardiopulmonar; lo único que hacen falta son dos manos. Y eso es lo que hay que transmitir a la sociedad, que se implique en una patología tan tiempo dependiente como la parada es lo que va a mejorar el pronóstico. Nuestros tiempos de respuesta no van a ser los correctos, con lo cual tenemos que llegar a que el ciudadano no se piense que es solo cuestión de Osasunbidea, de los políticos que legislan, sino que tienen que implicarse en esa primera atención”.

3 programas Para difundir el conocimiento del soporte vital básico, fortalecer la cadena de supervivencia y mejorar las tasas de supervivencia, la asociación tiene tres programas de formación: el policial, el ciudadano y el escolar, que “es la niña bonita”, porque “si educamos a niños del presente en el futuro son los que van a salvar vidas”, aunque “ya no hace falta esperar al futuro”, apuntó Reyero.

En cuanto a la formación policial, destacó que “llegan en tiempos mucho mejores que las UVI móviles” y que “casi el 81% de las policías locales tienen formación y llevan desfibriladores”, además del 38% de los alguaciles y agentes municipales. Asimismo, dentro del programa ciudadano, han organizado 66 talleres de soporte vital básico y 46 cursos de acreditación para saber manejar un desfibrilador, de modo que han instruido a un total de 2.899 personas.

El ABC cobra los cursos que imparte en los dos programas y el dinero recaudado se destina al programa escolar, donde han formado directamente a 2.651 alumnos y a 1.437 profesores, que a su vez transmitieron lo aprendido a 48.000 estudiantes. Una labor “fundamental” que Salud quiere liderar: “Desde hace unos poquitos años estamos asumiendo esa labor de formación, de sensibilización, como departamento”, concluyó Betelu.

Qué hay que hacer ante una parada cardíaca. Como explicó Diego Reyero, lo primero que hay que hacer es identificar que hay una parada. “Si el paciente no responde y no respira, está en parada cardíaca”. Lo segundo es llamar al 112, iniciar inmediatamente la reanimación cardiopulmonar (RCP) y solicitar un desfibrilador. Cuando este aparato llegue, aplicarlo y “si dice que hay que darle una descarga, se le da, y si no, seguir con la RCP hasta que llegue la ayuda avanzada”.

55.000

En estos nueve años El ABC que Salva Vidas ha organizado más de 200 cursos, habiendo llevado la formación a más de 55.000 personas (1.437 profesores, 50.651 escolares, 220 policías y 2.899 ciudadanos).

56%

El 56,3% de los centros escolares de Navarra tiene muñecos para formación de RCP en las aulas, gracias a los diferentes programas de El ABC que Salva Vidas, junto a la colaboración del Gobierno y de entidades como CaixaBank.