pamplona - La asociación Río Aragón-Coagret denuncia que según el último informe del comportamiento de la ladera derecha de la presa de Yesa de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), “su inestabilidad es constatable y un problema irresoluble”, a la vez que recuerda que el anterior se hizo en mayo de 2018. Tras la lectura del informe consideran que el que “no haya movimiento significativo no significa que no se mueva y el problema esté resuelto” porque “la realidad es que la ladera se sigue moviendo y por ello se han tenido que tirar dos urbanizaciones, se han realizado excavaciones que continúan las de 2013 y se reconoce que se han de ejecutar nuevas actuaciones de sostenimiento”.

año y medio sin informe público La CHE ha publicado el informe esta última después de que desde mayo de 2018 no hubiera publicado más datos sobre la seguridad de Yesa. Es decir, llevaba año y medio sin informar de un asunto en el que antes emitía informes semestrales. Río Aragón y Coagret aseguran que del informe se desprende que “el que haya una paralización global del movimiento de la ladera no significa que por lluvias, procesos de vaciado o movimientos de tierra no puedan producirse movimiento locales” y lo que consideran más grave es que no pueden llegar más allá de decir que estos movimientos locales “previsiblemente” no afectarían a las condiciones de seguridad de la globalidad de la ladera.

Para la asociación Río Aragón-Coagret “en ningún embalse debería poderse plantear el grado de incertidumbre que conllevan las conclusiones del informe y mucho menos en uno de la magnitud de Yesa recrecido” ya que en el caso de producirse un seísmo como los de 1923 y 1925, episodios de lluvias como los de 2013, o incluso las dos cosas a la vez, “la vida de miles de personas aguas abajo, empezando por Sangüesa no podría ser garantizada por la CHE. Mucho menos la de los vecinos de Sigüés ro-deados por un muro de cota 514 cuando la presa recrecida es 520”. - E.C.