pamplona - El próximo 1 de noviembre será la octava vez que María José Hualde Larrayoz, de 49 años, oposite para hacerse con una de las 136 plazas de auxiliar administrativo ofertadas. Además de compaginar las oposiciones con su trabajo como administrativa en el área de personal del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), y a pesar de haber vivido una odisea complicada los últimos meses por la perdida de un familiar, esta mujer de Berriozar no ha tirado la toalla y tiene claro que el querer es poder.

¿Cómo se está preparando las oposiciones?

-Como soy veterana en esto y el temario no es enteramente nuevo para mí, lo estoy preparando en casa por mi cuenta. Esta vez he comprado los libros para compartir con más compañeras y también me he suscrito a los test psicotécnicos y de la legislación on line.

¿Por qué decidió prepararse por su cuenta en vez de apuntarse a una academia presencial?

-Trabajar por las mañanas y acudir a clase por las tardes me supondría no tener tiempo para estudiar y hacer los test. Es cierto que las academias ofrecen muchas posibilidades para que se adapten a todos los horarios, pero me sentí más cómoda haciéndolo de esta manera.

¿En qué medida influye preparar estas oposiciones en su vida diaria?

-Siempre se puede sacar tiempo para estudiar si es lo que realmente quieres hacer, pero esto supone un estrés muy grande porque sientes que no llegas a nada. Al final dedicas todo tu tiempo de descanso o de ocio a estudiar, porque el tiempo se te echa encima. Conozco a compañeras que han dejado de trabajar para dedicarse a tiempo completo a preparar las oposiciones y, claro, así se lleva de otra manera. A mí me está resultando agobiante.

¿Cómo ha cambiado su rutina?

-Noto mucho la ausencia de tiempo libre para leer, ver una serie o poder ir al gimnasio. Lo peor es tener que enlazar una cosa con la otra sin tener tiempo entre medias.

Además de la inversión del tiempo, también está el dinero.

-Precisamente he comprado los apuntes a medias con tras compañeras para que saliera más barato, pero, aún así, los test y presentarse al examen ya suponen un gasto importante. La gente paga un dineral por ir a clase en las academias, pero al final está justificado porque la enseñanza es personalizada.

¿Con qué expectativas se presenta al examen?

-Las expectativas son complicadas desde el momento en el que nos presentamos 8.000 aspirantes y solo 1.000 pasan a la segunda prueba. Desde luego el desanimo llega desde el principio, porque yo no me veo entre los mil primeros. Hay muy poco tiempo para responder a los test psicotécnicos: existe el tiempo justo para leer, tener muy clara la operación que tienes que hacer y contestar. No es que el examen sea imposible, sino que la mayor criba es la falta de tiempo.

¿Qué cambiaría de este proceso?

-En el caso de la oposición de auxiliar de administrativo lo reduciría todo a un examen y no las cuatro pruebas que son ahora. Hay otras especialidades, como la Enfermería, donde hay una única prueba a pesar de ser un campo mucho más práctico. Un administrativo tiene que pasar por un proceso más dilatado y aprender una serie de temas que jamás tocas en tu trabajo. - J.L.