Es el conductor más joven al que se ha enfrentado la Policía Municipal de Pamplona en su historia. La sorpresa que se llevaron los agentes fue mayúscula cuando detuvieron el coche que acababa de realizar una maniobra irregular que había llamado su atención. Al volante, un púber de 9 años de edad, y de copiloto, su padre, que ha sido imputado como cooperador necesario de un delito contra la seguridad vial por permitir a su vástago conducir a pesar de carecer la autorización correspondiente.

Los hechos de los que informó ayer la Policía Municipal de Pamplona ocurrieron el pasado domingo sobre las 16.45 horas en el polígono industrial de Landaben, emplazamiento usado asiduamente en los años 80 y 90 como pista de aprendizaje para conductores noveles. “Nos hemos encontrado jóvenes de 16 o 17 años conduciendo con sus padres, pero nunca nos habíamos encontrado a un chico tan joven”, reconocieron ayer desde el Cuerpo de Policía Local.

El niño en cuestión, de 9 años de edad, circulaba a los mandos de un utilitario, un coche modelo Peugeot 106, con su progenitor al lado. Las explicaciones que dio al ser interceptado fueron que el menor le había pedido conducir y que él lo había permitido, a sabiendas de la ilicitud de la acción.

Agentes de UPAS de la Policía Municipal se quedaron a cargo del menor y lo trasladaron junto a su madre, mientras que el padre fue imputado por un delito contra la seguridad vial, en calidad de cooperador necesario, por lo que será próximamente citado por un juzgado de Pamplona.