pamplona - El Gobierno foral ha gastado 132.000 de los 150.000 euros destinados a compatibilizar la presencia de osos con la ganadería extensiva en el Pirineo, con medidas “satisfactorias” para mejorar su coexistencia, pese a lo cual desde noviembre de 2018 a la actualidad se han constatado 13 ataques a ganado con 16 ovejas y 4 corderos muertos. Así lo señaló la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, en una comparecencia parlamentaria en la que contó los resultados del Plan puesto en marcha en otoño de 2018 para paliar los perjuicios que a los ganaderos del Pirineo ha podido suponer la reintroducción -obligada por la UE- de los osos en la zona.

Además de valorar sus resultados, la consejera abogó por continuar con estas medidas y anunció que su departamento trabaja ya en un nuevo Plan para la Ganadería Extensiva en el Pirineo, cuya intención es consensuar con las juntas de los valles y los ganaderos de la zona, teniendo en cuenta que “va mucho más allá de la realidad del oso” y pretende responder a realidades como la fijación de empleo, la atracción de población, el equilibrio medioambiental o el mantenimiento de la diversidad y los paisajes. “La presencia del oso pardo en el Pirineo es una realidad” más allá de la reciente reintroducción de dos ejemplares eslovenos, “que se suma a las dificultades de una zona en situación compleja”, ante la que el Gobierno responde con una “apuesta inequívoca por la ganadería extensiva”.

Por ello, abogó por la convivencia de esta práctica con la presencia del oso y por la actuación del Gobierno con el plan del Oso, con un “balance positivo” aunque “es verdad que nos gustaría que hubiera mayor número de pastores que se acogieran” a las medidas tanto paliativas como preventivas. En cuanto a las indemnizaciones, la consejera explicó que en 2018 hubo 4 ovejas muertas y en 2019 se contabilizaron 12 ovejas y 4 corderos, con abonos de hasta 300 euros por ataque más 130 euros por cada una de las ovejas muertas en el mismo. Las cuatro ovejas muertas en 2018 supusieron un coste de 1.721 euros y las 12 ovejas y 4 corderos muertos en 2019 sumaron indemnizaciones por 4.493 euros.

collares con destellos Con todo ello, la consejera abogó por seguir con estas medidas y con el presupuesto de 150.000 euros, aunque lo ha considerado “ampliable” si aumentan los ganaderos que se acojan a ellas, a las que en 2020 se sumarán la colocación en una de cada 10 ovejas del rebaño de collares antidepredadores (emiten destellos para ahuyentar) y los cercados virtuales, que se activan con focos disuasorios cuando lo traspasa un animal marcado con transmisor. Sin embargo, a estas medidas pensadas expresamente para paliar posibles perjuicios causados por el oso, Gomez hizo hincapié en otras medidas puestas en marcha para favorecer la ganadería extensiva en el Pirineo, muchas de ellas financiadas por Europa, que pasan por el apoyo a denominaciones de productos, o ayudas a la trashumancia, a los que se prevé sumar el nuevo Plan para la Ganadería extensiva anunciado.La consejera observó muy positiva la medida que contempla la contratación de pastores para dar asistencia de hasta 7 meses al ganadero, es decir, durante todo el periodo que dura el pastoreo en extensivo en esa zona y a coste 0. A esta medida se han acogido dos ganaderos en Roncal y uno en Salazar. Los pastores realizan tareas de prevención pero también de compensación, ya que cuando no hay presencia de oso cercana ayudan al ganadero en sus labores cotidianas, compensándole así de la merma en su calidad de vida que supone la presencia del oso. Esta es una de las medidas que la consejera está dispuesta a reforzar y a la que se han destinado 45.700 euros hasta ahora. - E.C.