Pamplona - El navarro César Rupérez, entrenador del Shanxi Riu Flame de baloncesto femenino, ha regresado de China esta semana, y ayer comentaba: "Todo ocurrió en apenas uno o dos días: de no saber nada a darse la alarma y estar totalmente preocupados, por las informaciones que nos llegaban allí y por la gente que nos preguntaba desde España. El viernes de la semana pasada pedimos permiso al dueño del club para volvernos a España y no nos lo dieron, porque decían que no era algo preocupante, ya que la ciudad de mi equipo está a 1.000 kilómetros del foco principal, la ciudad de Wuhan. Pero durante el fin de semana cerraron el gimnasio y la piscina del hotel, y dos de los tres restaurantes cercanos, y nos pidieron además que no saliéramos del hotel. Volvimos a hablar con el dueño, y esta vez nos dijo que nos fuéramos después del entrenamiento".

"Creo que el dueño nos dejó marcha porque ya intuía que se iba a suspender la competición, y hoy mismo (por ayer) nos ha llegado la confirmación de que la Liga se pospone hasta el 15 de marzo. Yo intuyo que ésa es la fecha mínima, como medida de precaución, y que la reanudación de la Liga se retrasará mucho más. Y, claro, no es algo solo del baloncesto femenino. Han suspendido todas las competiciones con gran afluencia de público".

Rupérez se encuentra ahora en la extraña sensación de entrenar a un equipo con el que no está, y cree que la mejor solución es traérselo a España: "Se lo dije al dueño medio en broma, antes de venirme para aquí, pero no es una mala idea. El equipo está entrenando con un ayudante chino que tengo en el staff, pero la mejor manera de trabajar en la pretemporada que hay que hacer, mientras esperamos noticias de la Federación China, es traer aquí a las jugadoras. También es difícil preparar al equipo sin saber la fecha exacta de comienzo". - J.G.U/M.J.A