pamplona - Expertos del ámbito universitario y del Derecho, además de víctimas, se reunieron ayer en torno a Civican en Pamplona para participar en una jornada con la que se busca dar pasos a favor del reconocimiento de personas que hayan sufrido casos de abuso en centros religiosos. La jornada, que lleva por título Centros religiosos y pederastia: hacia la verdad, la justicia y la reparación desde Navarra, fue organizada por la Asociación de Víctimas de Abusos y la Universidad Pública de Navarra, en colaboración con el Gobierno foral El Arzobispado de Pamplona, que estaba invitado a la jornada, declinó participar, algo que lamentó Marcos Leyún, miembro de la asociación, señalando que "no somos radicales ni antiiglesia".

Por su parte, el consejero de Políticas Migratorias y Justicia del Gobierno de Navarra, Eduardo Santos, ha destacado que "tanto las víctimas de abusos sexuales en colegios religiosos como toda la sociedad navarra merecen que sigamos dando pasos, que el Gobierno de Navarra los propicie, y que juntos avancemos hacia la verdad, la justicia y la reparación". Santos calificó esta jornada como "de gran relevancia, por no decir incluso histórica", puesto que, "por primera vez en Navarra, se abordan los abusos sexuales en centros religiosos, en una jornada de marcado carácter académico y multidisciplinar". En ese sentido, se encargó de subrayar que el Gobierno de Navarra ha colaborado en su organización por considerarlo "una obligación moral: no sólo con las víctimas, sino con toda la sociedad, que se ha visto convulsionada enormemente por los casos que se han denunciado".

sanar heridas Eduardo Santos destacó que han sido las propias víctimas las que han elegido el formato de la jornada y un abordaje del tema "no desde el rencor o el odio, sino desde un punto de vista constructivo". En ese sentido, ha considerado que subyace en esta jornada "la idea de crear un espacio de encuentro y reflexión compartida", en el que ha lamentado que, "por desgracia", la Iglesia no haya participado. Se refirió a esta cuestión señalando que "las instituciones no somos responsables de lo que hacen nuestros integrantes a título individual; pero sí somos responsables de cómo abordamos lo que hayan hecho las personas que nos componen, y de cómo hayamos respondido o no ante las personas perjudicadas por esos hechos". En ese sentido, recordó que esas víctimas tienen "un objetivo que no es otro que el de sanar heridas". "No se trata de otra cosa que mirar a los ojos a esas personas y reconocer errores, si los hubo, o al menos escuchar qué tienen que decirnos", resumió Eduardo Santos.

NO ABRIR EL FOCO PARA DESENFOCAR Pese a no haber conseguido sentar en la mesa de la jornada al Arzobispado, Santos se comprometió de cara al futuro: "Este Gobierno va a seguir ejerciendo el papel de catalizador de diálogo en este tema de los abusos. Diálogo entre las víctimas y la Iglesia Navarra, de la que deseamos ver pasos que sigan la senda por la que la Iglesia Católica mundial ya está caminando". También se mostró tajante en este asunto durante su intervención el consejero Santos, quien consideró que se trata de "una oportunidad perdida", pero "no la única oportunidad" para la Iglesia aunque "esto no excluye a que hagamos puentes para que tomen parte en otras conversaciones y asuman su responsabilidad". "El Gobierno desea que los actores de estos hechos, por acción u omisión, por silencio u ocultación, puedan hacer públicamente una reflexión que supere el ámbito individual", explicó Santos, quien añadió que "no sirven justificaciones genéricas" ni "abrir el foco para acabar desenfocando la realidad concreta", reseñó.

El reconocimiento de lo sucedido, apuntó, es "clave para sanar heridas individuales y sociales" y las instituciones "no son responsables de lo que hacen personas a título individual", pero sí de cómo abordan las consecuencias de estos hechos.

Pérez dijo que no había podido participar en el programa, que no era el lugar y que no se podía circunscribir solo a colegios religiosos. El arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, fue invitado a las jornadas contra los abusos sexuales de la Iglesia que se celebró ayer el pasado 14 de enero. Entonces, rehusó su participación en el evento al alegar que "consideraba que el programa de la jornada no era equilibrado y el escenario en el que se iba a realizar no era propicio para abordar este tema". Semanas después, de hecho en estos últimos días, Pérez añadió a aquello que ya había dicho confirmando su no asistencia. "No acudimos porque es un programa ya cerrado en el que no habían podido participar. Y a ello añadió que circunscribir la pederastia a lo ocurrido en los centros religiosos no es contribuir al bien social" a la hora de abordar esta problemática.

sus alegaciones para ausentarse

el arzobispo