pamplona - Representantes de la Asociación de afectados por las riadas del Ebro (ASAFRE) y la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN) exigieron en el Parlamento Foral que se limpien los cauces de los ríos para evitar los daños por las inundaciones, cada vez más frecuentes. Ayer participaron en una mesa de trabajo Alfonso Barreras, Javier Pérez y Luis Pablo Torre, de ASAFRE y Luis Miguel Serrano por parte de UAGN.

Pérez apuntó a la limpieza de islas y malezas como una “medida prioritaria”, y señaló que no están “en contra de otras mejoras, pero es lo más fácil y económicamente viable” a la vez que criticó la gestión de la CHE y de los gobiernos autonómicos y central. Dijo a los parlamentarios que “es su obligación tener unos técnicos competentes”, pues “en 40 años no han encontrado una solución”. Recordó que, en este último periodo, ha habido 11 riadas con daños superiores a 1.000 millones de euros, a lo que se suma un “incremento en seguros” e “indemnizaciones no cobradas”.

uagn: peor que hace 40 años Serrano denunció que la causa de que se produzcan más inundaciones está en la acumulación de sedimento, algo que ilustró con el ejemplo de Castejón, donde en 2003 se produjo una riada con 2.800 m3 de agua que alcanzó una elevación de 7,47 metros mientras que en 2007 y 2003, con 2.200 metros, se llegó a alturas superiores. A juicio de Pérez, “estamos en peor situación de partida” que hace 40 años, “con menor capacidad de evacuación” debido, entre otros aspectos, a “una intervención dudosa por parte de la CHE en el Arga en los años 70 con grandes arrastres de gravas” y “dejación en su obligación de mantener la evacuación”.

Serrano pidió mejorar el mantenimiento de motas, diques y compuertas para prevenir su rotura, y de los embalses y su gestión, así como que se elimine el “falso mito de que se ha robado terreno al río”, ya que “son los terrenos más fértiles” y se puede “hacer una agricultura compatible con las riadas”.

Alfonso Barreras, destacó el potencial del río Ebro y aseguró que “nos vamos a cargar la joya que tenemos”. Torre añadió que “tenemos una actividad socioeconómica desprotegida” con unos daños “tremendamente grandes” cada vez que hay crecida. Pérez criticó el proyecto Life Ebro Resilence por ser “una propuesta única y experimental” que prevé crear cauces de alivio en tierras fértiles y “sin antes establecer la compra a los propietarios” así como “el futuro de su mantenimiento”.