- Si las Javieradas de 2019 estuvieron marcadas por el sol y la buena temperatura, la primera de este año será recordada por el mal tiempo que acompañó a los peregrinos durante el recorrido hasta llegar al castillo de Javier. Aún así, la lluvia, que sobre todo cayó en las primeras horas, el frío y el fuerte viento que soplaba en algunos tramos no impidieron que alrededor de 4.000 personas, según informó la Policía Foral, se animaran a seguir con esta tradición. La cifra de asistencia de la primera Javierada se completará hoy después de la eucaristía, que se celebra a las 10.00 horas en la explanada del castillo.

Ataviadas con gorros, chubasqueros, botas e incluso paraguas, muchas personas emprendieron el viaje de madrugada desde diferentes puntos de la Comunidad Foral para disfrutar del camino, ya fuera solas o en compañía. Uno de los peregrinos fue Miguel Anocibar, de 54 años, que se embarcó en la aventura de andar tantos kilómetros junto a un grupo de amigos. "Somos de diferentes sitios, de Puente la Reina, Peralta, Orkoien... y llevamos unos 20 años haciendo la Javierada. Es una tradición y llegar al Castillo de Javier supone una gran satisfacción; es como decir que estamos aquí un año más", señaló.

Para ellos, el tiempo no fue un impedimento. "De hecho, hablamos de la hora a la que íbamos a quedar, pero del tiempo no. Ayer no invitaba para nada a venir, pero aquí estamos. Ahora es agradable porque el aire empuja desde atrás y resulta muy cómodo y fresco", valoró el peregrino, que salió desde Noáin a las seis de la mañana, lugar por el que la Policía Foral recomendó iniciar la caminata por motivos de seguridad.

Desde ahí también salió Santos Oscoz, que hizo la Javierada solo. "Me han fallado los compañeros con los que vengo otros años y al final me he venido solo. La diferencia es que si vas en grupo vas más despacio porque vas hablando", comentó el navarro, que lleva 45 años haciendo la Javierada y ayer notó "mucha menos gente que otros años. El tiempo influye mucho, pienso que la gente vendrá el siguiente sábado", opinó.

En la jornada de ayer, la gran mayoría de personas realizaron el camino a pie, aunque también se pudo ver algún que otro grupo de ciclistas pedalear por la carretera. Y, si en algo coincidieron todos los peregrinos, fue en parar en las zonas de avituallamiento para comer o beber algo y reponer fuerzas antes de continuar el recorrido hacia Javier.

El primer alto en el camino lo hicieron en el merendero de Loiti, donde voluntarios y voluntarias de la Asociación Voluntarios Olímpicos de Navarra (Asvona), que este año celebran su 30 aniversario repartiendo comida en las Javieradas, ofrecían caldo, agua y fruta a quienes pasaban por ahí. Para unas personas el caldo sentaba "de maravilla con este tiempo", mientras otras, acaloradas, se decantaban por el agua para refrescarse.

La segunda y ya tradicional parada tuvo lugar en La Venta de Judas, donde se pudo coger yogures, pastas o chocolate, además de bebida y fruta. También aquí se encontraba la zona de masajes y los voluntarios y voluntarias de Cruz Roja Navarra, que a lo largo del día de ayer realizaron en los 23 puestos instalados un total de 209 atenciones, a las que hay que sumar la 133 intervenciones realizadas en la jornada del viernes en la Ribera y Zona Media.

"La mayoría de atenciones suelen ser por ampollas o masajes. Hoy el tiempo está respetando un poco porque no está lloviendo mucho, pero si hubiera hecho el tiempo de anoche la gente vendría con más ampollas y más cansada. El fresquito está ayudando un poco y, aunque llegan cansados, se reaniman con el avituallamiento", explicó Fernando Cafruni, presidente de la asamblea local de Burlada de la Cruz Roja, quien indicó que en La Venta de Judas estaban 15 voluntarios de Burlada, ocho de Mélida-Carcastillo y cinco de Medioambiente de la autonómica de Navarra.

"Aquí ves a todo el mundo, saludas y te ríes un poco. La gente viene emocionada porque ha andado mucho y llegar a Javier les supone un mérito", apuntó Marilyn Burgos, voluntaria de Cruz Roja de Burlada. Y es que, además de una parada para recargar energía, es un punto de encuentro en el que los peregrinos comparten sus experiencias y hacen un balance de los kilómetros recorridos y los que les quedan por andar.

Una vez en Javier, algunos se quedaron a la Misa del Peregrino, otros volvieron a casa y los más fieles durmieron en algún albergue para poder acudir hoy a la eucaristía que se celebra a las 10.00 horas en el castillo.

4.000

Personas procedentes de diversos puntos de todo Estado e incluso de otros países se congregaron ayer a la tarde en Javier, según contabilizó la Policía Foral. La primera Javierada finaliza hoy con la misa en la explanada del castillo, que se celebra a las 10.00 horas.

Turismos y autobuses. A la tarde llegaron hasta Javier un total de 730 turismos y 19 autobuses para recoger a peregrinos que ya habían terminado el camino y que regresaban en el mismo día a sus domicilios, según informó la Policía Foral.

Cruz Roja Navarra. Hasta las 19.00 horas de ayer, los 200 voluntarios de Cruz Roja habían prestado 342 atenciones en los 23 puestos instalados, 209 contabilizados ayer desde las 07.00 de la mañana, y 133 a lo largo del viernes en la Ribera y la Zona Media de Navarra. Del total de atenciones, la mayoría (124) han sido por masajes, seguida por ampollas (96), atenciones médicas (41), curas (33), esguinces (22), lavados (12) y 12 por otros motivos. Además, se han realizado cuatro traslados a centros médicos.

Efectivos. Este año, en el que se cumple el 80º aniversario de las Javieradas, para garantizar la atención a los peregrinos, además de los voluntarios de Cruz Roja, se han movilizado más de 100 efectivos la Policía Foral y 400 de la Guardia Civil, en este caso para este fin de semana y el próximo. Por su parte, el Servicio de Protección Civil ha desplazado a Javier el Puesto de Mando Avanzado para coordinar desde él a todos los colectivos de apoyo a los peregrinos, que también podrán acudir al 112. Asimismo colabora con las Javieradas para la seguridad de los caminantes la Red Nacional de Emergencia, que cuenta en Navarra con 72 radioaficionados.

- Ante la alarma suscitada por la expansión del coronavirus y sobre el protocolo a seguir en las parroquias y otras instituciones eclesiales, la Conferencia Episcopal Española recomienda suspender el besapiés, retirar el agua bendita, no dar la paz y dar la comunión en la mano. Por lo que respecta a los besapiés y besamanos recomienda que se realicen "a través de la mirada" a la imagen sagrada "o a través de una inclinación de cabeza", evitando los besos y también el tacto de las sagradas imágenes. Por otra parte, aconseja retirar el agua bendita de las pilas y señala que "no es conveniente ni estrechar las manos ni besar", por lo que recomienda hacer un gesto como una inclinación de cabeza. Asimismo, pide a los sacerdotes, diáconos y acólitos instituidos que antes y después de distribuir la Sagrada Comunión se laven las manos.