Los días pesan cada vez más y mantener alto el ánimo es un esfuerzo titánico que cuesta tras más de tres semanas de confinamiento y de lucha contra el coronavirus. Y las que quedan. Especialmente duro está siendo en la primera línea de batalla, donde el profesional sanitario se está jugando la vida día tras día, sometido a altos niveles de estrés, para salvar a los pacientes ingresados, a quienes la enfermedad también les está afectando en el plano emocional.

Los días pasan lentos dentro de los hospitales donde los sanitarios, que ven como van cayendo algunos de sus compañeros, siguen al pie del cañón conscientes de que esta guerra contra el COVID-19 la van a ganar antes o después. Ayer, Carlos Ibero, médico coordinador de la atención a las plantas de COVID-19 del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), y Maribel Casado, enfermera y jefa de unidad de la sexta general del CHN, describieron en la rueda de prensa del Gobierno cómo se encuentra la plantilla actualmente y agradecieron el apoyo ciudadano que están recibiendo sanitarios y pacientes a través de los aplausos diarios y de las cartas que la sociedad les hace llegar, dos iniciativas que contribuyen a mantener la sonrisa hasta en los momentos más duros de la lucha contra esta enfermedad.

“Están bien”, comentó Casado que destacó lo “duro” del inicio: “Tuvimos que reorganizar todo nuestro trabajo y nos enfrentamos a una situación nueva para nosotros, para pacientes y para familiares, y veo bien a todos nuestros compañeros, ha sido un gran esfuerzo de todos”. “Es una situación única que nos ha tocado vivir. Intentamos atender a los pacientes lo mejor que sabemos, todo el apoyo lo agradecemos, lo devolvemos y les damos gracias por todos su comportamiento”, señaló.

En este sentido, destacó que el CHN se ha unido a la iniciativa de otros centros y de otras ciudades para hacer llegar cartas de acompañamiento a pacientes. “Es una experiencia muy bonita porque motiva a los pacientes. Me gustaría dar las gracias a todo el mundo que las manda y pedirles que sigan ahí porque los pacientes lo agradecen mucho y los profesionales también”, relató. En concreto, los profesionales de las unidades de hospitalización entregan misivas de apoyo a las personas ingresadas con coronavirus, que en algunos casos están personalizadas y firmadas y en otros son de personas anónimas que simplemente quieren aportar su granito de arena. Casado animó a la ciudadanía a que continúe con esta iniciativa y envíe las cartas al correo electrónico animocovidnavarra@gmail.com, para que se las hagan llegar a los enfermos.

“Recibimos todos los días muchísimas cartas y es tanto el volumen que repartimos cartas en el desayuno y en la merienda. Ahora vivimos una situación única para todos y la gente quiere ayudar. Que sigan mandándonos las cartas”, pidió Casado.

En la misma línea Carlos Ibero advirtió que el nivel de estrés es muy alto y el trabajo que están realizando podría dejar secuelas en algunos profesionales, por lo que adelantó que en el futuro podría ser necesario también para ellos un “desescalamiento” de la exposición que están teniendo en su trabajo.

Pero además de la enorme carga de trabajo, el coordinador relató una de las facetas más duras de esta crisis, y es que los sanitarios “se han enfrentado a pacientes a los que no podían curar y focalizaban toda su atención en el cuidado”. “Todo ello en un momento en el que sus familias están aisladas, y con una prolongación de la jornada laboral exhaustiva en las fases iniciales”, expuso. “Lo han llevado muy bien en este contexto y estoy muy agradecido a todo el equipo. Creo que esto dejará secuelas, habrá que madurar un proceso de desescalamiento del profesional a esta exposición como en otros países, incidió.

Navarra está haciendo frente a la epidemia a través un sistema sanitario único e integral y al igual que en el resto de ámbitos, los profesionales de los centros hospitalarios se han reorganizado para ofrecer la atención más adecuada. En este sentido, la consejera Santos Induráin puso ayer en valor “la importancia estratégica de Atención Primaria en el abordaje de esta crisis para detectar y atender a muchas personas”.

Las medidas de adaptación han tenido como fruto un refuerzo en el trabajo en equipo entre profesionales de medicina, enfermería y técnicos de cuidados auxiliares de enfermería (TCAE). Asimismo, han provocado la colaboración entre facultativos de diferentes especialidades. Así, en el CHN la atención médica se realiza por equipos de cuatro facultativos, de los cuales dos han de pertenecer a las especialidades de Medicina Interna, Neumología o Geriatría, mientras que el resto son de otras especialidades, pero asignados en exclusiva a los equipos de COVID-19.

“Recibimos todos los días muchas cartas, los pacientes lo agradecen y nosotros también”

Jefa de unidad de la sexta general

“Es duro que los sanitarios se hayan enfrentado a pacientes a los que no podían curar”

Médico coordinador de las plantas COVID