ras conocerse recientemente los positivos de dos perros, un gato y una tigresa, el Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), uno de los más prestigiosos de Europa, considera que a día de hoy no hay ninguna evidencia científica de que el nuevo coronavirus pueda afectar a animales de compañía ni que éstos puedan transmitir la enfermedad.

Este hospital catalán está recibiendo estos días numerosas consultas de propietarios de gatos y perros para interesarse por la veracidad de algunas informaciones que han apuntado que las mascotas podrían contraer y transmitir la enfermedad. Un veterinario de este hospital, Xavier Roura, ha respondido a las preguntas más frecuentes que recibe.

Aún se desconoce la fuente inicial de contagio. A partir del foco inicial, la actual expansión del COVID-19 está producida por la transmisión entre humanos. Hasta ahora no hay ninguna evidencia de que los animales de compañía puedan sufrir ni transmitir la enfermedad.

Los gatos y los perros (y también los hurones) se pueden ver afectados por coronavirus. En general, se trata de alfa-coronavirus (un género diferente del beta-coronavirus al que pertenece el SARS-CoV-2) que suelen producir cuadros digestivos. Existen vacunas para coronavirus entérico canino (que provoca un cuadro digestivo) y por coronavirus felino que provoca la peritonitis infecciosa felina, una enfermedad potencialmente muy grave. En todo caso, ninguna de estas vacunas protegería contra este coronavirus y no tiene ningún sentido vacunar a gatos y perros contra esta enfermedad.

Aunque por el momento no se ha demostrado que los animales de compañía puedan sufrir la enfermedad, aún nos queda mucho por saber sobre el nuevo coronavirus y, por pura precaución, se recomienda que las personas positivas a la enfermedad COVID-19 limiten el contacto con las mascotas de la misma manera que lo hacen con las personas. Si usted es positivo al SARS-CoV-2, haga que otro miembro de la familia cuide de la mascota siempre que sea posible y evite el contacto con ella (caricias, besos, lametones, compartir comida). Si debe tener contacto con un animal doméstico, lávese las manos antes y después de interaccionar y lleve una mascarilla facial.

Si su mascota ha estado en contacto con una persona positiva de COVID-19 y debe llevarla al veterinario por cualquier motivo, contacte antes telefónicamente con el centro veterinario. De esta manera le darán las instrucciones precisas y podrán estar preparados para recibirlo.

No es exactamente así. Aunque una muestra tomada de un perro que convivía con una persona positiva a SARS-CoV-2 ha dado un positivo leve, el animal no presenta ningún signo de enfermedad y no se ha podido comprobar si es portador de partículas víricas con capacidad infectiva. El 26 de febrero se conoció el positivo leve del perro de una persona que sufría COVID-19 en Hong Kong. Se analizaron muestras nasales, orales, fecales y rectales. En un primer análisis, las muestras nasales y orales fueron positivas. En un segundo análisis, sólo las muestras nasales fueron positivas. Los dos últimos análisis fueron negativos en todas las muestras. La prueba que se usó es la RT-PCR en tiempo real (reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa en tiempo real), que detecta ARN viral pero no permite distinguir si hay partículas virales intactas (que son infecciosas) o sólo fragmentos de ARN (que no transmiten la enfermedad). Es posible, también, que el animal actuara simplemente como fomes (tuviera partículas víricas por contacto con el paciente positivo al igual que podría tenerlas cualquier otro objeto con el que el paciente hubiera estado en contacto). El perro fue devuelto a su propietaria tras completar la cuarentena sin presentar signos de enfermedad en ningún momento. Así, hoy se puede seguir afirmando que no se conoce ningún caso de mascotas afectadas por COVID-19 ni se ha descrito ningún caso de transmisión de la enfermedad de mascotas a personas.