La Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha editado una guía con algunos de los cambios y las consultas que han planteado los consumidores como consecuencia del coronavirus y el establecimiento del estado de alarma.

Así, por un lado, la asociación ha destacado que las operadoras de teléfono e internet "no pueden subir las tarifas" durante el estado de alarma y que sólo podrán suspenderse los servicios de comunicaciones electrónicas "por razones de seguridad en las redes". Por otra parte, las compañías sólo pueden ofertar portabilidades que no supongan traslado de personal técnico al domicilio, ni el desplazamiento del consumidor a la tienda del operador.

Igualmente, durante la vigencia del estado de alarma "se interrumpen los plazos para la devolución de los productos comprados por cualquier modalidad, bien presencial bien on-line". El cómputo de los plazos se reanudará en el momento en que se levante el estado de alarma.

En el caso de servicios cancelados, como entradas para un espectáculo o una reserva de hotel, se dispone de 14 días para resolver el contrato. La ley contempla un plazo de 60 días durante el cual la empresa puede ofrecer alternativas como bonos, cambios de fechas u otras ofertas. En caso de que no haya acuerdo deberá devolver el dinero.

En viajes combinados, la agencia debe ofrecer un bono por un año y, si no se ha hecho uso en ese plazo, se puede exigir la devolución del dinero. El consumidor también puede optar por reclamar la devolución del dinero desde el principio, pero en este caso la agencia solo tendrá que devolver lo que ya le hayan reintegrado a ella los proveedores.

En cuanto a las cuotas de las academias o el gimnasio, no se deberán girar nuevos cobros hasta que el servicio se preste con normalidad y las empresas podrán ofrecer opciones para recuperar el servicio a posteriori. Si no se acepta, deberá devolver la parte proporcional al tiempo que no se ha podido ofrecer el servicio.

NO SE PODRÁ CORTAR LUZ, GAS NI AGUA DURANTE EL ESTADO DE ALARMA

Irache ha destacado, además, que durante el estado de alarma las compañías no podrán cortar el servicio de luz, gas o agua a ninguna vivienda habitual "salvo por motivos de seguridad". Además, se ha prorrogado la vigencia del bono social eléctrico hasta el 15 de septiembre y se han flexibilizado las condiciones para que autónomos afectados por esta situación se puedan acoger a él.

De la misma manera, las personas en situación de vulnerabilidad pueden pedir una moratoria en el pago de su hipoteca, referida a su vivienda habitual pero que también puede solicitarse, entre otros supuestos, para una vivienda que está alquilada de la que no se esté obteniendo la renta.

El plazo para solicitar la moratoria finaliza 45 días después del levantamiento del estado de alarma, la suspensión de las cuotas hipotecarias será de tres meses y se solicita en la entidad bancaria. El banco tiene un plazo de 15 días desde la presentación de la solicitud para aplicar la moratoria.

Por otro lado, en los contratos de alquiler de vivienda habitual, que finalicen entre el 2 de abril y pasados dos meses del fin del estado de alarma, el inquilino puede pedir una prórroga extraordinaria de hasta seis meses en las mismas condiciones. Además, durante la vigencia del estado de alarma, y por un plazo máximo de seis meses a contar desde el día 2 de abril, no se pueden desahuciar a personas vulnerables sin alternativa habitacional.

La asociación ha explicado que existen ayudas para las personas vulnerables, "quienes pueden solicitar microcréditos, ayudas para el pago del alquiler, una moratoria en el pago de la renta arrendaticia (si el propietario es una empresa o un gran propietario) o un aplazamiento del pago de la renta (en el caso de que el casero sea un pequeño propietario)". Estas medidas no son aplicables a los alquileres para uso distinto de vivienda, como los de los pisos de estudiantes.

Otros consejos del decálogo de Irache llaman a prestar atención a los cambios de horarios de algunos establecimientos comerciales y a planificar la compra para "evitar permanecer mucho tiempo".

Ante la necesidad de un servicio de urgencia, la asociación aconseja comprobar que el seguro del hogar cubre esta contingencia. En caso contrario o que se tenga que asumir parte del coste de los trabajos, insta a exigir un presupuesto por escrito, detallando cada uno de los conceptos y costes, y pedir una factura una vez finalizado el trabajo "para comprobar que se corresponde con lo presupuestado y poder exigir responsabilidades posteriormente".

Finalmente, Irache llama a ser cauto a la hora de informarse y compartir información. "Antes de dar credibilidad a una información es conveniente haber comprobado la fiabilidad de la fuente" y "antes de compartirla, también es aconsejable calibrar su importancia y utilidad", ha subrayado.