- Todos los números de esta crisis asustan. Y, en emergencias, las cifras asustan ya por el mero hecho de haberlas, por ser sinónimo de situaciones críticas, de urgencias vitales, de asuntos que no admiten demora. Es decir, esos números son problemas graves, vidas en peligro, muertes que pudieran resultar inminentes. Durante el último mes, entre el 9 de marzo y el 14 de abril, la sala del 112 de SOS Navarra ha sido el punto neurálgico para calibrar el volumen de esta crisis repleta de tragedias. Allí, desde la central de la calle Aoiz de Pamplona, las llamadas que han requerido intervención médica por parte de algunos de los facultativos del servicio (entre tres y seis trabajan en cada uno de los turnos, mientras que en una época normalizada son 2-3 galenos por turno) se han disparado por encima de un 82% con respecto a las mismas fechas del año pasado. Esas intervenciones médicas, que pueden solucionarse con un diagnóstico médico telefónico o que pueden requerir el envío inmediato de una ambulancia medicalizada, han superado las 20.000 durante ese periodo, cuando el año 2019 no habían alcanzado siquiera las 10.500.

Conviene aclarar que las llamadas al teléfono 112 por cualquier materia relacionada con las emergencias han sido muchísimas más durante este periodo, superando las 100.000 interlocuciones, con un pico de 3.500 llamadas que se alcanzó el 15 de marzo, el primer día de confinamiento. Esas llamadas suponen activar recursos de bomberos, policiales o de tráfico, pero lo que verdaderamente ha copado la actividad de la sala de SOS Navarra han sido las urgencias médicas. Para afrontar tal volumen de emergencias, se han reforzado todo tipo de servicios. Las enfermeras de consejo, que atienden el teléfono del coronavirus desde unas instalaciones que se han creado para la crisis en la escuela de seguridad de Beriáin, han tenido un total de 18.000 llamadas en este último mes. En la sala del 112 también se ha creado la figura de la enfermera de coordinación, que se han enfrentado a 5.000 interlocuciones de todo tipo, pero principalmente vinculadas con el virus. Si se hace la media diaria son 527 asuntos médicos al día los que se atienden, mientras que el año pasado eran 295. Las llamadas diarias de los navarros a SOS se encuentran estabilizadas en los últimos días en torno a las 2.000, mientras que los fines de semana crecen hasta las 2.500. El servicio lo atienden 9 operadores por la mañana, otros 9 por la tarde y 4-5 por la noche. Ojalá sea cierto aquello de que lo peor ha pasado y se ha superado el pico de contagio y de la epidemia, pero como advierte Camino Zariquiegui, médica coordinadora en el 112, "no hay que bajar la guardia. Este virus ha generado una situación nunca vista. Estamos atendiendo el doble y triple de asuntos muchos días". Daniel Cano, responsable de SOS Navarra, confirma que durante la primera parte de la pandemia "el miedo y la cantidad de dudas entre la ciudadanía han supuesto un aluvión de llamadas y de consultas". Muestra de la psicosis instalada resulta que los facultativos del 112 incluso han tenido poco menos que incentivar a familias indecisas de acudir a Urgencias pese a que llevaran varios días de evolución de una patología. "Hemos visto a niños con patologías de evolución de 3 y 4 días que no acudían a su centro de salud o directamente a Urgencias seguramente por el miedo de sus progenitores", relatan los especialistas.

Zariquiegui, consciente de la dimensión de la crisis, quiere poner en valor la cantidad de recursos que se han habilitado para hacerle frente. "No me gustaría olvidarme de nadie, pero se ha reforzado todo lo que se ha podido. Desde los refuerzos en la propia Sala, los operadores, las enfermeras de consejo y las de coordinación, el personal médico de SOS, el personal de ambulancias específicas de COVID y de aquellas que han seguido haciendo su trabajo, los técnicos de emergencias que han trabajado para quitarse el sombrero, los dos circuitos asistenciales que se han creado para asistencia tanto en el Complejo, en Atención Primaria como en Urgencias, los compañeros y compañeras que se encargan del túnel de desinfección de vehículos. El reto ha sido gigante y todos hemos estado a la altura". Entre los asuntos a los que hacer frente ha habido tanto de urgencia sanitaria como de terapia para el confinamiento. Y los que no han dejado de telefonear han sido los grandes olvidados de la pandemia: las personas mayores. Ellas, los usuarios más frecuentes de la telealarma (el botón medallón que les conecta directamente con SOS Navarra=, han incrementado un 22% sus llamadas. Han telefoneado en 280 ocasiones cuando el año pasado realizaron 230 llamadas, En total, en Navarra, existen 7.447 usuarios de telealarma.

Las llamadas, hasta 3.500 al día. El porcentaje de llamadas recibidas en el 112 durante la crisis del coronavirus ha aumentado de manera sobresaliente respecto al mismo periodo de 2019. Conviene recordar que se trata de un volumen de llamadas altísimo el que se atiende, teniendo en cuenta además que ahora apenas se producen accidentes de tráfico o laborales que generen las llamadas habituales. Además, hay que tener en cuenta que el Gobierno de Navarra generó un teléfono propio del coronavirus (948 290 290) que atendía la figura de la Enfermería de consejo, personal de Enfermería de Urgencias Extrahospitalarias. En el 112 también existe personal de enfermería de consejo y la figura de la enfermera de coordinación. En el pico más alto de llamadas, registrado el pasado 15 de marzo, se atendieron 3.500 llamadas.

Llamadas más largas que atender. Si algo tienen de particular las consultas que se están recibiendo en el 112, además de que la casuística principal está relacionada con coronavirus, es el hecho de que estas llamadas son más prolongadas que la media habitual. Es decir, necesitan una atención personalizada, más información, más consejos y además trasladar un mensaje de normalidad y calma para el paciente. Muchas de las llamadas se han recibido por personas en estado ansioso, a lo que ha contribuido muchas veces el confinamiento o el propio aislamiento al encontrarse contagiados y recluidos en una habitación. El pico de llamadas se produce entre las 12 y 14.00 horas.