- Tan solo quince días después de abrir su nuevo local, en Carlos III de Pamplona, Urban Sons vio su apertura frustrada en mitad del despegue con el decreto de estado de alarma que dejó al personal de la tienda con una sensación agridulce. "La inauguración fue un éxito y la verdad que el cierre fue un golpe, pero seguimos con mucha fuerza y esperanzados con la actitud que esta mostrando la gente, que se ve que poco a poco quiere ir volviendo a la normalidad, dentro de lo posible", comentó Patricia Mier, encargada de comunicación de la tienda de ropa.

Expectantes de qué depararía el primer día abiertos al público, la plantilla de Urban Sons se mostró sorprendida al observar que muchos curiosos entraban a la tienda para "ojear y darse una vuelta en vez de venir a comprar a tiro hecho o a devolver alguna prenda, que es lo que pensábamos que iba a pasar", explicó Mier.

Antes de entrar al local, un cartel explicando las minuciosas medidas de prevención captó la curiosidad de los transeúntes que paseaban por la Avenida Carlos III: obligatorio el uso de mascarilla, tanto para el personal como para la clientela; obligatorio el uso de gel hidroalcohólico fabricado bajo las recomendaciones de la OMS. Para ello, se ha facilitado su uso en diferentes partes de la tienda como la entrada, salida, probadores, ascensor y zona de caja; se facilita también un itinerario a seguir, señalizado por flechas ubicadas en el suelo, para poder recorrer la tienda sin tener el riesgo de acercarse demasiado a otros clientes, ya que la ruta es de una sola dirección; el aforo limitado será controlado por un contador de personas digital; las tiendas que los clientes se prueban en tienda o devuelvan serán vaporizadas de forma integral con un vapor a máxima temperatura para la desinfección de las mismas; los probadores y sus cortinas también serán desinfectados después de cada uso; las instalaciones tendrán una limpieza continua; y se amplía el horario de apertura de 9 horas a 21 horas.

Asimismo, la franquicia ha reforzado su plantilla -a la que se le toma la temperatura antes de empezar su turno- a un mínimo de cuatro personas en tienda: "Por afluencia de gente no haría falta que estuviéramos todos los que estamos, pero ahora mismo nos aseguramos tener a alguien en caja y controlando la entrada (para que se desinfecten las manos, sigan el itinerario indicado...), otra persona en probadores, otra limpiando la tienda de forma continua y una última de apoyo para atender a los clientes".

Aunque "tanto cambio, los guantes y las mascarillas" puedan dar cierto respeto a la hora de entrar a ojear una tienda, una actividad cotidiana que hacíamos sin reparar en qué tocábamos y qué no, Mier aseguró estar "ilusionada y sin ningún miedo porque sabemos que llevamos todas las medidas a rajatabla, y los clientes lo agradecen".

"Estamos esperanzados con la actitud de la gente que poco a poco quiere ir volviendo a la normalidad"

Responsable de comunicación Urban Sons