Cáritas Diocesana de Pamplona-Tudela ha triplicado las ayudas económicas dirigidas a alimentación y necesidades básicas durante el confinamiento, con una aportación en abril de 32.000 euros, en comparación a los 10.000 euros que destinó en el mismo mes de 2019.

Así lo ha constatado el director de Cáritas Diocesana de Pamplona-Tudela, Ángel Iriarte, quien, en una rueda de prensa en la que ha presentado el balance del ejercicio de 2019, ha indicado el número de personas que han llamado para solicitar estas ayudas también ha "aumentado significativamente".

Iriarte ha explicado que la entidad disponía en 2019 de unos recursos por valor 7,4 millones de euros, provenientes de aportaciones esporádicas, colectas, herencias, de la tómbola o de subvenciones del Gobierno de Navarra (32.519 euros), de los cuales han sido gastados alrededor de 7,2 millones de euros.

Los costes, según ha señalado, se los ha "llevado" en su mayoría el programa de acogida y el de vivienda, el centro ocupacional, las residencias y pisos supervisados, y el comedor social, y han supuesto unos "números muy parecidos" a los del ejercicio anterior de la entidad.

El director de Cáritas Diocesana de Pamplona-Tudela ha afirmado que el confinamiento ha supuesto "un tiempo duro en el que ha muerto mucha gente, con durísimos procesos de enfermedad" que, además, ha provocado problemas psicológicos en muchas personas, entre otros motivos, por no poder hacer "duelo".

Cáritas han conseguido mantener todos sus servicios abiertos, aunque Iriarte ha admitido que han tenido que "cambiar muchos protocolos" y ha añadido que, al comienzo del estado de alarma, eran ellos quienes llamaban a la gente a la que acompañaban para "sostenerles psicológicamente".

En cambio, conforme ha pasado el tiempo del confinamiento, "las llamadas a Cáritas han ido aumentando" para solicitar ayudas a la alimentación y "lo más básico", para lo que la entidad ha destinado 32.000 euros, más del triple que en abril del año pasado (10.000 euros).

Por este motivo, Iriarte ha afirmado que se encuentran "bastante contentos" porque, a pesar de la situación, han podido "seguir acompañando, acogiendo y dando techo durante este tiempo" a aquellos que más lo necesitaban.

La pandemia ha sacado a la luz las "debilidades de la sociedad, del sistema sanitario, económico", según Iriarte, pero también las nuestras propias, "nuestros miedos, nuestras incapacidades", por lo que desde Cáritas han querido hacer una reflexión estructurada en 3 ámbitos para afrontar esta crisis "socioeconómica".

En primer lugar, centrado en el "momento presente y la postpandemia", piden prestar atención a las necesidades básicas de la población; mientras que en el "corto y medio plazo" proponen "medidas de choque para el sostenimiento y la creación de empleos" con ayudas a autónomos, PYMES y otros colectivos.

En último lugar, apuestan por poner el foco en "abordar los grandes problemas de la exclusión" como la vivienda, la brecha digital, la alimentación o la educación, para lo que consideran "imprescindible" un pacto "de todos los partidos y todos los actores sociales".

En esta línea, Iriarte ha exigido a las instituciones transparencia y rapidez en la aplicación de las medidas y ha afirmado que la renta garantizada tiene que ser "el recurso que sostenga a todas aquellas personas que van a estar en una situación de exclusión".

En este sentido, ha aseverado que "este es un momento para hacer política", para priorizar gastos e inversiones en aquello que es "esencial" y los gobiernos tienen que dar "ejemplo" de ello.