El foco de la COVID-19 localizado en el Hospital vizcaíno de Basurto ha arrojado ya 20 positivos detectados a través de 230 pruebas PCR, 9 de los cuales son profesionales del centro y el resto visitas o pacientes del pabellón Revilla.

La consejera de Salud, Nekane Murga, ha aportado este martes nuevos datos sobre los dos brotes de coronavirus que se han descubierto en los últimos días en el hospital de Basurto de Bilbao y en el de Txagorritxu de Vitoria.

En cuanto al primero de los casos, Murga ha explicado que se han llevado a cabo ya 230 pruebas PCR, más de 160 a profesionales sanitarios y 60 pacientes y visitas, que han dado como resultado un total de 20 positivos de personas que ya se encuentran en aislamiento.

En el hospital de Txagorritxu, que fue uno de los puntos calientes al inicio de la pandemia, no ha habido nuevos positivos en pacientes ingresados ni en sanitarios, tras realizarse 102 PCR a contactos estrechos, por lo que los infectados son cuatro (dos pacientes, un profesional y una visita).

La consejera ha señalado que este foco "podría estar controlado", aunque ha precisado que no se puede hacer esa afirmación de manera rotunda teniendo en cuenta que el periodo de incubación de este virus puede alcanzar los 14 días. "Hasta que no pasen estos 14 días no se puede dar este brote por terminado. En Txagorritxu podríamos tener una foto fija y en Basurto todavía está en evolución", ha subrayado.

Además, ha negado que haya un tercer foco en el hospital vizcaíno de Cruces, en el que una persona que había tenido contacto con profesionales sanitarios y pacientes en una unidad del centro dio positivo. Osakidetza no considera que esto suponga un foco porque "no hay evidencia de transmisión intrahospitalaria".

Todas las personas que han dado positivo en un test PCR están en aislamiento y en el caso de los profesionales de Basurto se les volverá a repetir la prueba en 14 días para verificar su estado de salud. El objetivo es llegar con estos test a "toda la plantilla en riesgo" en dos semanas.

La consejera ha dejado claro que no se van a prohibir las visitas en el pabellón Revilla a los pacientes no COVID, sino que se van a controlar para que solo pase una persona a la que se le explicará el protocolo a seguir. Ha considerado que en este momento, si se toman las medidas de prevención adecuada, este pabellón "podría ser el punto más seguro de Euskadi" porque se ha desinfectado en su totalidad y todos los sanitarios y los pacientes cuentan con un test PCR de hace menos de 72 horas.

La consejera ha señalado que estos dos brotes dejan en evidencia que el coronavirus no ha desaparecido y que "el sistema sanitario y el socio-sanitario" son espacios "vulnerables". No obstante, ha lanzado un mensaje de tranquilidad a la sociedad porque "los focos están localizados y en estudio".