- En el turno de los grupos, el parlamentario de Navarra Suma Iñaki Iriarte consideró que la encuesta muestra que la Comunidad foral es "plural", pero que "no es bilingüe". Y defendió que a la vista de los datos dados a conocer "el café para todos en política lingüística no vale ni en zona vascófona, ni en zona mixta, ni en el conjunto de Navarra". Inma Jurío, de PSN, abogó por hacer "una medición de la eficacia y eficiencia de los recursos públicos que estamos empleando con los resultados que se obtienen, pero no desde filias y fobias". Apostó por "políticas que estén insertadas en la realidad y que deben conjugar la consideración del euskera como lengua propia y la realidad sociolingüística". Uxue Barkos, desde Geroa Bai, puso en valor que "los conocedores del euskera entre 2016 y 2018 hayan crecido tanto como en los cinco años anteriores", lo que, a su juicio, refleja que "las políticas públicas ayudan, no imponen en esa decisión de acceder al conocimiento". Y resaltó que otro dato "demoledor" del estudio es que "mientras que en 1991 el 10% de la juventud era vascohablante, en 2018 es el 25%". Bakartxo Ruiz, de EH Bildu, reseñó que "la política lingüística requiere tiempo y un recorrido largo" y volvió a defender la "necesidad" de una nueva ley del vascuence. Consideró que el aprendizaje para adultos "debería ser gratuito" y apostó por "una política lingüística proactiva". Desde Podemos, Ainhoa Aznárez manifestó que "sin una apuesta por las políticas públicas poco se puede hacer por el euskera" y abogó por "propiciar que aquellas personas que libremente quieran puedan aprender y vivirlo". Finalmente, Marisa de Simón, de I-E, defendió el euskera como "un valor social y cultural", y por proteger e impulsar su conocimiento y su uso.