Las informaciones sobre el autoconfinamiento de Sunbilla y la dimensión que ha tenido el brote de coronavirus ha tenido consecuencias directas en la localidad y, en especial, en los propietarios de establecimientos, casas rurales y del camping. Es el caso de Haizea Destribats, que regenta la casa rural Angiz, y que estos días ya ha sufrido dos cancelaciones y tiene varios clientes que le han notificado que están en duda. “Veremos a ver qué acaba pasando. Para nosotros es un palo porque si nos cancela un grupo que iba a venir diez días es una faena. Está siendo muy difícil para todos volver a la actividad y hemos invertido mucho en formarnos e implantar todas las medidas de higiene y seguridad para poder tener los alojamientos a punto”, comenta Haizea.

En su opinión, se ha dado “mucha bola” al tema, que reconoce que el brote es algo que preocupa en el pueblo, pero asegura que la vida allí está siguiendo con normalidad. “Al final los medios tienen mucho poder y si dicen que estamos confinados pues la gente se alarma. Está siendo muy difícil, me han llamado muchos diciendo que habían oído que no era un pueblo seguro y, claro, haces todo lo posible por desmentirlo, porque no es verdad”, relata. De hecho, Haizea cree que las zonas rurales son lugares en los que existe mucho menos riesgo de contagio que en las grandes ciudades: “Aquí no se dan aglomeraciones de ningún tipo, el contacto con otras personas puede ser mínimo. Creo que hay mucho más riesgo en las ciudades que en los pueblos”.

Manipulación Esta vecina de Sunbilla, además de dolida por lo ocurrido, está enfadada por cómo algunos medios han contado lo que ha ocurrido en la localidad. “Estamos enfadados con los bulos y con las maneras de dar la noticia. Ha habido manipulación de algunos mensajes que se han transmitido y eso no puede ser”, denuncia. Ahora, trabajan junto con el consistorio para tratar de darle la vuelta a la situación: “El ayuntamiento está haciendo una gran labor para explicar cuál es la situación real”.