La Xunta de Galicia ha ordenado el cierre desde esta medianoche y durante cinco días de los accesos a la zona costera de A Mariña (Lugo), que tiene 99 casos activos de covid-19 y cuyos 70.000 habitantes volverán al confinamiento, situación a la que regresaron este sábado 210.000 personas en la comarca del Segrià (Lleida), donde la Generalitat no descarta endurecer las medidas.

El incremento de casos por el brote de coronavirus detectado en A Mariña, que se ha convertido en el principal foco de Galicia, ha llevado a la Xunta a tomar la decisión de controlar los flujos y reducir aforos, entre otras medidas, con el objetivo de proteger a la población de esta zona turística.

La medida llega justo una semana antes de las elecciones autonómicas y el consejero de Sanidad, Jesús Vázquez Almuiña, ya ha anunciado que los positivos no podrán ejercer su derecho a voto.

Los "contactos" de estos positivos sí podrán acudir al colegio, depositar la papeleta y acto seguido regresar a sus domicilios para seguir con la cuarentena.

Las autoridades gallegas han advertido a los ciudadanos que no tengan residencia en A Mariña que, si no se van antes de esta medianoche, tendrán que esperar cinco días para hacerlo.

La mayor parte de los casos registrados hasta ahora en la comarca lucense son leves o asintomáticos y la edad media es de 35 años -la mayoría tienen 20- y "con una respuesta inmunitaria muy buena", según el consejero.

El presidente de la Xunta y candidato del PP a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, ha garantizado que no le temblará el puso para "tomar las decisiones" que sean oportunas y el líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, le ha pedido que sea minucioso en este asunto, mientras que la aspirante nacionalista Ana Pontón (BNG), le ha recriminado que se "esconda". Su partido ha pedido suspender las elecciones del domingo en esa zona.

El confinamiento del norte de Lugo se ha conocido un día después de la activación del confinamiento perimetral en la comarca del Segrià, que engloba a 210.000 personas en 38 municipios y permanece confinada desde el mediodía del sábado ante un aumento del número de contagios coincidiendo con la campaña de recogida de fruta en la zona.

La consejera catalana de Salud, Alba Vergés, ha advertido de que el confinamiento podría durar más de dos semanas y se podrían endurecer las medidas preventivas con un confinamiento domiciliario, aunque ha confiado en que no sea necesario.

Los centros sanitarios de Lleida cuentan ya con 49 pacientes hospitalizados por coronavirus, 33 de ellos ingresados en el Hospital Arnau de Vilanova, centro de referencia de la comarca del Segrià y sus alrededores, de los que seis están en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Otros 16 pacientes han sido desviados a clínicas privadas de la ciudad ilerdense.

En el último día, esta región sanitaria ha acumulado 140 nuevos positivos de coronavirus, aproximadamente la mitad de los 294 casos confirmados en toda Cataluña.

El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, ha lamentado, en una entrevista con EFE, la premura con que se acordó el cierre y ha criticado que el Estado "mira hacia otro lado" ante la llegada desde hace semanas, incluso en estado de alarma, de personas que desean trabajar como temporeros, parte de ellas sin permiso de residencia.

"No tenemos motivos suficientes para decir de forma contundente que esta situación es solo por la gente que coge la fruta", ha destacado el alcalde, quien ha explicado que en la zona hay además mataderos y mucha movilidad con otras comarcas, también de Aragón, y que los datos apuntan a que el rebrote se ha dado más por la vida social que por la actividad laboral.

En Andalucía se mantienen activos 13 brotes con 238 contagiados, tres más que ayer, si bien en las últimas 24 horas no ha fallecido ninguna persona por coronavirus.

Según datos de la Consejería de Salud, siete de los brotes se encuentran bajo control mientras el resto están siendo investigados, y el de mayor extensión continúa siendo el del centro de acogida de Cruz Roja en Málaga, donde los infectados han alcanzado los 108, dos más que este sábado.

El brote que se ha detectado en un edificio de Albacete afecta a nueve personas de dos familias, de las cuales tres se encuentran hospitalizadas, aunque la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha no lo considera un caso de transmisión comunitaria, ya que se encuentra localizado en un mismo inmueble.

En el edificio han quedado confinadas 18 personas que viven en seis de las 14 viviendas que hay en el inmueble, que van a estar en aislamiento y cuarentena durante un periodo de 14 días.

Mientras, las comarcas oscenses que lindan con Lleida, La Litera y el Bajo Cinca -que junto con el Cinca Medio y la zaragozana de Bajo Aragón-Caspe retrocedieron a la fase 2 el 22 junio por los brotes de covid-19-, miran de reojo, y con cierta intranquilidad, lo que ocurra a partir de ahora en la vecina comarca de Segriá, sin pistas sobre cuándo podrán alcanzar la "nueva normalidad".

Tras dar por controlado su primer brote el pasado sábado, la Comunidad de Madrid estrenará este lunes la segunda fase de su 'nueva normalidad', con terrazas de hostelería al cien por ciento de su capacidad y aforos del 75 % en la mayoría de actividades, como bares, comercios, teatros, mercadillos o centros comerciales.

Por segundo día consecutivo el Ministerio de Sanidad no ha comunicado las cifras globales de la pandemia en España, a la espera de actualizarlas el lunes, como informó el viernes, cuando notificó un balance provisional de 28.385 fallecidos.