El Departamento de Salud del Gobierno de Navarra ha habilitado la Residencia Fuerte del Príncipe de Pamplona para acoger a pacientes con Covid-19 que no pueden realizar el aislamiento en sus hogares en condiciones seguras para sus familias. Hasta ahora, esta atención se dispensaba en la Residencia de las Esclavas del Cristo Rey de Burlada.

El Gobierno foral ha explicado en una nota que "la evolución de la pandemia por el Covid-19 hace recomendable la previsión de posibles escenarios que faciliten la adaptación de los recursos disponibles y del esfuerzo terapéutico a las necesidades clínicas de las personas atendidas por el sistema sanitario".

En concreto, este centro se destina a pacientes que requieren medidas de aislamiento, por caso confirmado o por ser considerado contacto estrecho, que no necesiten cuidados asistenciales complejos, y en cuyo domicilio, bien por sus características o situación de convivencia, no se pueden llevar a cabo las medidas de protección necesarias. Los pacientes tienen que ser autónomos, con una buena capacidad funcional y comunicativa.

Estas personas serán atendidas por un profesional de enfermería y otro de trabajo social, en horario de 8 a 15 horas; y contarán con el apoyo de personal técnico con cobertura 24 horas y un equipo de atención primaria para el seguimiento, que puede ser telefónico.

Además, para la atención de personas con cualquier nivel de dependencia (reconocida o no) y con necesidades de cuidados que no requieran ingreso hospitalario, el Departamento de Derechos Sociales va a habilitar un espacio en la Residencia Amavir Argaray.

El Gobierno ha afirmado que "con la puesta en marcha de este recurso, se continúa garantizando la atención asistencial, adaptada a las necesidades del paciente, con el objetivo de minimizar la proliferación de los contagios".