- Dos positivos detectados a dos personas que estuvieron la semana pasada alojados en el camping Talai Mendi de Zarautz provocó que el Departamento Vasco de Salud decidiera ayer cerrar el recinto y someter a pruebas PCR a todos los clientes hospedados y a los trabajadores, que son en total más de 250 personas.

A lo largo de la jornada de ayer, patrullas de la guardia urbana de Zarautz y de la Ertzaintza vigilaron los accesos al camping, mientras el personal sanitario se encontraba en el interior practicando las pruebas, que acabaron de realizarse de noche, ya que varios clientes habían pasado el día fuera del recinto y no regresaron hasta última hora.

“En el seguimiento que está haciendo el Departamento de Salud del virus, se ha detectado que dos personas que estuvieron alojadas la semana pasada en el camping han dado positivo. Por lo tanto, han decidido hacer pruebas a todos los hospedados para tener una foto real en cuanto a la extensión del covid-19 entre los hospedados”, explicaba ayer a este periódico el alcalde de Zarautz, Xabier Txurruka, que se acercó por la tarde al camping.

Muchos de los usuarios son jóvenes guipuzcoanos -algunos menores de edad-, aunque también hay turistas estatales e incluso extranjeros. “Hay que resaltar que no se trata de un confinamiento, sino una prueba preventiva de cribado en la que los clientes, una vez realizada la prueba, pueden salir del camping y estar en sus domicilios hasta tener los resultados de las pruebas”, explicó Xabier Txurruka. Para ello tenían que firmar un documento de permanecer en sus casas hasta tener los resultados. “La gente está tranquila, la situación es de normalidad, saben que es un cribado preventivo para ver cuál es la situación en el camping”, añadió Txurruka.

Al haber sido los dos casos detectados correspondientes a dos clientes hospedados en el camping la semana pasada, el Departamento de Salud del Gobierno Vasco pide a toda las personas que se hayan alojado en el Talai Mendi desde el pasado 8 de julio que se pongan en contacto con su correspondiente centro de salud para someterse a una prueba PCR.

Se desconoce dónde se contagiaron esas dos personas que dieron positivo, y dependiendo del número de positivos que surjan a raíz de este foco, podría provocar una complicada labor de rastreo de posibles contagios, ya que Zarautz es una localidad muy turística y que ha registrado una gran afluencia de gente en lugares de ocio durante estos últimos días. Ya se ha comprobado en Ordizia, Getaria y Tolosa que los brotes surgidos en zonas de ocio y hostelería se expanden con gran facilidad y obligan a un importante esfuerzo por parte del personal sanitario. También está por ver cuándo podrá el camping Talai Mendi -en estos momentos cerrado con sus clientes dentro- volver a abrir sus puertas.

EL CIERRE SORPRENDE A UNA NAVARRA Y SU PAREJA

La vecina de Ansoáin Leire Martínez, de 22 años, ayer no daba crédito a la situación que le tocó vivir: confinada en un camping en Zarautz. “Esta situación es completamente surrealista. Me voy de vacaciones y me encierran”, lamentó.

Llegó el martes por la mañana con su pareja para desconectar durante dos días y tenían previsto irse hoy, aunque el coronavirus desvencijó sus planes, como lo ha hecho con casi todo en los últimos meses. “Decidimos pasar la mañana tranquilos, comer pronto y salir a pasar la tarde fuera”, relató esta joven desde su parcela del camping Talai Mendi.

Alrededor de las 17.00 horas, cuando se disponían a salir, llegó un trabajador del camping para informarles de que una llamada de la Policía alertaba de un positivo la semana pasada. Leire y su pareja se mantuvieron tranquilos y se resignaron a obedecer las indicaciones de los empleados del alojamiento.

La premisa era clara: PCR obligatorio a todos los clientes, cerca de 250. “Nos han dicho que no podemos salir, al menos, hasta las 09.00 horas de mañana (por hoy) y tendremos que firmar un papel después en el que nos comprometemos a respetar el aislamiento”, subrayó.

El ambiente en el camping rozaba la normalidad, comentó Leire, aunque criticó la falta de información que sufrieron los clientes: “Lo poco que sabemos es por lo que hemos visto en Internet, sabemos más a través de nuestros móviles que por la información que nos han dado aquí”.

El tránsito por el recinto no estaba prohibido aunque se solicitó a los usuarios que se moviesen lo menos posible. “He ido al baño y he visto a gente sin mascarilla”, comentó. Mientras pasaban las horas, unos combatían el aburrimiento jugando a cartas o volando cometas y otros, tomando algo en sus mesas. Cualquier opción era buena para afrontar la situación con todo el optimismo posible: “Al menos hace buen tiempo”, se conformó Leire.