- Un brote de una veintena larga de casos detectado en la zona de Carcastillo y Murillo el Fruto ha provocado un cribado de más de 150 pruebas PCR para tratar de atajar el foco. En concreto, Murillo el Fruto cerró el pasado viernes la pista y el frontón y redujo el aforo de la piscina municipal al 50%. Se trata de un brote de ámbito familiar y laboral que ha afectado especialmente a temporeros agrícolas que estaban trabajando en la zona. Por ello se hizo un cribado a más de 150 personas en línea con la resolución aprobada por Salud la semana pasada que establece medidas preventivas para este sector que se ha visto especialmente afectado en otras comunidades.

Por otra parte, según apuntó ayer a este periódico la alcaldesa de Murillo el Fruto, Arancha Murillo, el brote "estaría controlado". "Estamos en contacto constante con el resto de ayuntamientos de la zona y con Salud Pública de cara a plantear las actuaciones que se van a tomar", señaló.

Por otra parte, Los Arcos también ha clausurado sus piscinas tras registrar un positivo, algo que ya hizo a finales de julio Sesma, una medida lógica ya que se trata de unas instalaciones de mucha afluencia en la actualidad.

En concreto, Sesma cuenta con dos brotes, uno del ámbito social que afectaría, principalmente, a una cuadrilla de personas jóvenes que sumaría alrededor de 20 casos. El segundo se trataría de un foco en el ámbito familiar y laboral que, según la alcaldesa de la localidad, Charo Echávarri, habría afectado a personal cuidador de personas mayores, lo que ha llevado "a extremar las precauciones". En un principio, solo se cerraron las piscinas, pero después, ante el incremento de casos, "se decidió cerrar todo el complejo municipal y el parque infantil". "Se ha hecho PCR a los contactos de los positivos y la situación esta bastante controlada. Estamos a la espera de que las autoridades sanitarias nos den el visto bueno para volver a reabrir todo", comentó Echávarri.