a consejera de Salud, Santos Induráin, trasladó ayer un mensaje de “tranquilidad” ante el inicio del curso escolar y destacó que “no vamos a escatimar energías en asesorar y acompañar a la comunidad educativa en este proceso”. La responsable de Salud presentó el protocolo sanitario ante el inminente inicio del curso escolar cuyo objetivo es poner los medios para buscar “un equilibrio entre la prioridad de la seguridad y la salud con el derecho a la educación en las mejores condiciones del alumnado y también otras cuestiones de conciliación social y laboral”.

En su intervención tras la presentación por el consejero de Educación, Carlos Gimeno, de las medidas con las que arrancará el curso escolar en Navarra el 4 de septiembre, la consejera de Salud explicó el protocolo sanitario y mostró su confianza en que “los responsables de la Administración y la sociedad vamos a lograr entre todos hacerlo razonablemente bien”.

“no partimos de cero”

En este sentido, resaltó que “no partimos de cero” y recordó que Navarra fue la primera comunidad autónoma en celebrar la EvAU desde la UPNA, que se llevó a cabo “sin incidencias relevantes” y al ser la primera “todos los focos estuvieron puestos en Arrosadía”. Igualmente, destacó que estos días “también estamos atentos a como se desarrolla la apertura de gran parte de los centros de 0-3 años cuyo protocolo ya adelantó en su día Educación”. Del mismo modo, puso de manifiesto que se han realizado una serie de campamentos urbanos de verano “que se han desarrollado sin grandes problemas más allá de que se hayan realizado un par de cribados, algún caso positivo o sospecha” pero que “no han dado lugar ni siquiera a brotes”.

La consejera destacó la labor interdepartamental y la creación desde esta óptica autonómica de un comité técnico con el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra y la dirección general de Universidades y también la importancia de una “sintonía y acompasamiento” y amplia coordinación tanto con las demás CCAA como con el Estado a través de los ministerios de Educación y Sanidad. Recordó que la semana próxima se celebrará un Consejo Interterritorial con los ministros de Educación y Sanidad y las CCAA para tratar el inicio del curso. En este sentido, explicó que trabaja “con el convencimiento de que tenemos que adecuarnos a las necesidades y realidades de cada autonomía” y apuntó que “si hay que hacer actualizaciones y mejoras, se irán haciendo”.

La consejera de Salud explicó que se trata de “combinar la protección máxima para evitar contagios con una minimización del número de alumnos y profesores que puedan ser considerados contactos estrechos”. El objetivo es buscar “un equilibrio entre la prioridad de la seguridad y la salud con el derecho a la educación en las mejores condiciones del alumnado”, precisó. Señaló que el protocolo sanitario se basa, por un lado, en las pautas generales para la población: distancia social, uso de mascarilla, lavado de manos, desinfección de los espacios y mantenerlos ventilados entre clase y clase, y evitar aglomeraciones. Igualmente, instó a no enviar a un niño o niña a clase si tiene síntomas compatibles con la covid-19, ponerse en contacto con el centro sanitario y seguir sus indicaciones. Por otro lado, el protocolo precisó cómo actuar ante casos positivos de covid (cuadro adjunto).

Ante la preocupación porque el inicio del curso pueda provocar rebrotes, Santos Induráin destacó que los datos epidemiológicos indican que “la gran mayoría de brotes activos tienen que ver con focos familiares y sociales”. “No sabemos el comportamiento del virus en el aula” pero “los datos nos dicen que los niños se están contagiando más de sus padres que siendo ellos los que contagian”, remarcó, a la vez que subrayó que “la generación que hay que proteger es la de las persona mayores si viven con ellos”.

Induráin insistió en que aunque “todo esto puede parecer muy complejo, créanme que estos rastreos se realizan habitualmente y que tenemos también una experiencia acumulada en el tema de atención a población infantil con el covid-19”. Precisó que es evidente que en los últimos meses se está dando un crecimiento de contagios en estas edades y así lo ha recogido el boletín epidemiológico del Instituto de Salud Pública que cifraba en la primera quincena de agosto en casi el 20% la presencia de menores de 15 años en el total de casos. “Así en el arranque de agosto había más o menos una veintena de casos diarios menores de 14 años pero vemos que en los últimos días esta bajando”.

La consejera dijo que aunque estos datos, desde una mirada puramente cuantitativa o estadística, han podido provocar alarma o inquietud, “si nos aproximamos a ellos se puede ver que la gran mayoría de estos contagios se debe a contactos en el ámbito de brotes intrafamiliares más que de igual a igual (aunque durante todo el verano los niños han interactuado en espacios comunes en la calle) y en general, la mayor parte de los casos son leves”.

Añadió que tampoco han conllevado muchos ingresos hospitalarios y precisó que en los meses desconfinamiento, entre el 19 de marzo y el 3 de mayo, hubo 13 ingresos covid en el CHN por esta causa y de ellos solo tres tuvieron neumonía. Añadió que la segunda tanda de ingresos comenzó el 29 de junio y hasta ahora ha habido 6 hospitalizaciones entre menores que han dado positivo y que ninguno ha llegado a la UCI pediátrica.

“No podemos adelantar previsiones ni vaticinios sobre lo qué sucederá con la vuelta a las aulas, y menos con un virus que tiene un comportamiento tan imprevisible y variable como éste, pero los datos nos llevan hacia esa doble conclusión”, manifestó en relación a los contagios en el entorno familiar y los ingresos. Añadió que en el contexto internacional, en países que retomaron la actividad escolar presencial en la primera fase de la pandemia no vieron como ésta provocaba un empeoramiento significativo de sus datos de contagios en aquellos meses.

Tras indicar que no sabe si estos datos y su propia trayectoria como médica de familia pueden servir para aportar una dosis de tranquilidad de cara a la etapa que se avecina, insistió en que “creo que estamos ante un reto colectivo que hay que gestionar y cogestionar especialmente en lo organizativo y en el impacto social, tanto en los propios menores que vienen de un final de curso complejo, como en los profesores y sobre todos las familias”. Pidió confianza en el sistema educativo y sanitario porque “estamos en disposición de responder como lo hacemos en otros ámbitos”, afirmó.