adie se ha librado del desbarajuste que ha supuesto la pandemia del coronavirus en todos los niveles de la sociedad, con afectaciones negativas en el ámbito laboral, económico o social, pero también en el plano personal. Una de las secuelas de pausar las rutinas durante los meses de confinamiento, y la modificación de las mismas de ahí en adelante, ha sido el incremento del estrés psicológico y todas sus consecuencias. Los miedos de la irrupción del covid-19 en la vida cotidiana, la preocupación por la salud de los seres queridos, y el aislamiento social prolongado ha causado un impacto directo en la salud mental de las personas: ha incrementado los casos de ciertos trastornos y ha agravado otros ya presentes.

Hay quienes ya hablan de una segunda pandemia, la de aquellos que no han contraído el virus, pero que sufren de un modo u otro los efectos de la crisis sanitaria y social. Es por eso que este año cobra un sentido amplificado el Día Mundial de la Salud Mental, "o la pérdida de esta", que tiene por objetivo sensibilizar sobre esta problemática "que afecta desde los primeros registros humanos" y especialmente en el contexto de incertidumbre actual.

Con motivo de la celebración de la jornada de hoy, desde Mejorana -plataforma navarra compuesta únicamente por personas con experiencias de sufrimiento psicosocial- advirtieron de las consecuencias "fatales" del coronavirus en este colectivo que, al ver cortada la posibilidad de salir de casa para seguir asistiendo a las terapias de apoyo grupales y a las sesiones con especialistas de forma presencial, ha visto sus avances clínicos y personales frenados e incluso revertidos.

En este sentido, Sandro Iaboni, miembro de la plataforma, aseguró que las sesiones por videoconferencias no han podido paliar "la distancia física y la falta de lenguaje corporal" y puso de manifiesto la saturación del servicio de Salud Mental de Navarra. "Muchos especialistas están de baja -relacionada con el covid-19- y se está trabajando con mucho personal de sustitución. Eso significa volver a abrirte a otra persona con la que todavía no tienes la confianza que has desarrollado con tu psicólogo o psiquiatra habitual", añadió Cristina Galarza Goikoetxea.

Una saturación del sistema sanitario que ha requerido de una inyección económica para hacer frente a la crisis del coronavirus que, según lamentó por su parte Eva María Roncero, podría obligar a recortar el presupuesto para el Plan de Salud Mental 2019-23 del Gobierno foral.

1 de cada 4 personas sufre trastornos mentales

Dejar atrás la connotación negativa

El estigma social

Mejorana vio en el Día Mundial de la Salud Mental una ocasión perfecta para de volver a denunciar los "atropellos" que sufren las personas con diversidad funcional como son la sobremedicación, la contención mecánica o los abusos laborales. Es por ello que demandó a los profesionales de este ámbito que "desarrollen su actividad con un aprendizaje continuo en pro de mitigar el sufrimiento de las personas que requieren atención y ayuda. No olvidéis que hay vidas en vuestras manos", apuntaron en un manifiesto.

La plataforma, que mantiene la vocación de interpretar la salud mental a partir de las experiencias de los propios usuarios, así como explicó Unai San Martín, pidió asimismo a la Administración hacer accesible "una vida digna mediante ayudas a la emancipación, formaciones laborales y empleos adaptados a las dificultades personales" de cada persona de ese colectivo que en muchas ocasiones son objeto de "marginación, burla y humillación por parte de la sociedad".

Y es que, uno de los mayores handicaps a los que se enfrentan las personas con problemas de salud mental es el cómo son vistos por el resto de la sociedad. "Es el estigma social lo que hace que la gente se aleje de nosotros. Si tú te rompes una pierna y te queda una discapacidad física, digamos una cojera, la gente lo ve normal. Pero si tienes un problema de salud mental, algo que no se ve, hay veces que no se entiende y produce un rechazo en la otra persona. Por eso que a veces tendemos a esconderlo, aunque sea algo muy común", aseguró Manuel Vázquez Díaz, y es que una de cada cuatro personas desarrollará algún trastorno mental a lo largo de su vida, según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Es por ello, para hacer frente a una visión negativa sobre estas patologías, por lo que nació Mejorana, "para que las personas que quieren ayudar y ser ayudadas puedan compartir experiencias, siempre entre iguales", y para además "normalizar los problemas de salud mental como única manera para luchar contra el estigma social, y también el propio", aseveró Eva. "Hablamos mucho del estigma de los demás, pero igual de importante es combatir el autoestigma para poder romper el caparazón y empoderarnos. No podemos vernos como sujetos pasivos en la sociedad, sino que debemos adoptar un rol de personas activas y reivindicar nuestros derechos", añadió Sandro.

en contra de la sobremedicación

"No somos ni tontos ni peligrosos"

Contenciones mecánicas

"Es necesario insistir en que es fundamental que dejen de tratarnos como objetos de estudio, para tratarnos como seres humanos", demandaron desde Mejorana para apelar de forma contundente a la sociedad y dejar claro que "ni somos tontos ni somos peligrosos". En este sentido, además de señalar que existe un exceso de teoría en el campo de la psiquiatría, aseguraron echar de menos una mayor empatización por parte de algunos profesionales.

Sin embargo, no creyeron que este fuera la mayor adversidad a la que se enfrentan en el plano sanitario, sino que son las prácticas de un sistema de Salud Mental "obsoleto" lo que obstaculiza el progreso de los pacientes. "Los centros psiquiátricos son cárceles en los que se vulneran no solo los derechos de los enfermos, sino los derechos humanos", declaró Manuel quien puso de manifiesto que "se nos sigue tratando como a animales peligrosos a los que atan a una cama".

En este caso, el miembro de Mejorana se refirió a la contención mecánica -práctica usada en las unidades de psiquiatría que consiste en suprimir toda posibilidad de movimientos de un paciente al que se ata a una camilla o silla mediante correas, aislándolo en una habitación durante horas o incluso días-, una práctica que, aunque desconocida, se sigue utilizando como protocolo normalizado. Algo que, lejos de ayudar a calmarse, "te aterroriza, te hace sentir inseguro y te deja la moral por los suelos", afirmó Unai.

Una "experiencia traumática" que hace que algunos pacientes eviten contar "ciertas cosas a los psiquiatras por miedo a volver a ser internado y pasar por lo mismo, porque sales peor de lo que entras", dijo Manuel. Por ello, desde la plataforma reclaman un modelo de atención humanizador centrado en la persona y respetuoso con los derechos humanos, en definitiva, "una voz que te escuche, te calme y te entienda", apuntó Ruth Maqueda.

Además de exigir la abolición de esta "tortura arcaica", los miembros de Mejorana denunciaron la "sobremediacción" en pacientes de Salud Mental, algo que se da "en la mayoría de los casos y que nunca ayuda si se medica más de lo estrictamente necesario", apuntó Cristina. En contraposición, desde Mejorana propusieron una mayor atención mediante terapias participativas, una técnica que "ayuda enormemente".

También rechazaron desde la plataforma el hecho de que en Atención Primaria se les "esconda" al separar estructuralmente los Centros de Salud Mental del resto de consultas. "Nos hace sentirnos mal. Incluso, en algunos casos, cuentan con personas de seguridad, haciendo ver a la sociedad que hay que temernos y que no somos iguales que ellos", aseguró Ruth.

fin a los contratos abusivos

Autónomos, trabajadores y valiosos

Inserción laboral

Una distinción irreal entre "locos" y "normales" que desde la plataforma quieren romper haciendo públicos los problemas a los que se enfrenta este colectivo en el día a día. Una normalización que buscan hacer extensible al mundo laboral que "ignora las dificultades a las que nos enfrentamos. Las personas catalogadas con diversidad mental o funcional nos encontramos en el mercado laboral, en repetidas situaciones, ante contratos abusivos y a favor del empresario. Muchas veces nos encontramos entre la espada y la pared porque, aunque encontremos trabajo, no suele ser digno. Se aprovechan de nuestra necesidad", evidenció Unai.

La salud, tanto física como mental, es algo que hay que cuidar en todos los planos de la vida, también en el laboral. Además, es este entorno que ocupa gran parte del tiempo de la sociedad y acarrea tantas preocupaciones el que puede servir para impulsar el bienestar de las personas o que, por el contrario, puede catapultar los trastornos mentales como son la depresión, los cuadros de ansiedad o el estrés. En este sentido, Eva apostó por una mayor inversión "económica y de esfuerzo" en bienestar laboral por parte de las administraciones y empresas "que beneficiaría enormemente a la salud mental de todos".

"Algunos centros psiquiátricos son cárceles en las que se vulneran los derechos humanos"

Miembro de Mejorana

"Además del estigma social, es igual de importante combatir el propio y empoderarnos"

Miembro de Mejorana

"Se da a entender a la sociedad que somos diferentes al resto y que hay que temernos"

Miembro de Mejorana

"Está habiendo muchas bajas y trabajar con sustituciones significa volver a abrirse a alguien"

Miembro de Mejorana

"Invertir en bienestar laboral beneficiaría enormemente a la salud mental de todos"

Miembro de Mejorana

"Pedimos ayudas para la emancipación, formaciones y contratos laborales adaptados"

Miembro de Mejorana