- Cristian Decianu, de 35 años y trabajador de la construcción que residió 14 años en Burlada, es uno de los dos hombres que retuvieron ayer al atracador de una sucursal bancaria de Caja Rural de Navarra en Burlada hasta la llegada de la Policía Foral y la Policía Municipal de Burlada.

¿Qué ha pasado?

-Yo acababa de dejar a mis hijos en el colegio cuando paseaba por la calle Ermita de Burlada y vi a una mujer gritando que "llamasen a la Policía, que había un chico con un cuchillo que quería matar a una mujer". Me he acercado y había un joven dentro del banco que tenía un cuchillo puesto en el cuello de una mujer y quería salir a la calle.

¿Qué ha hecho en ese momento?

-En la calle había otro hombre que era el marido de la mujer que ha salido gritando y, entre los dos, hemos sujetado a la puerta para que el chico no saliera a la calle. Pero se ha puesto muy nervioso y al final la hemos abierto para que saliera afuera. Llevaba una maleta con él.

¿Llevaba el cuchillo en la mano cuando ha salido?

-Sí. Yo me he quitado la chaqueta y he dejado el teléfono móvil en el suelo porque tenía miedo de que me pinchara con el cuchillo y, entre el otro hombre que estaba en la calle y yo, nos hemos abalanzado sobre él.

¿Cómo lo han sujetado?

-Al ver el cuchillo, he agarrado al chico como en las películas, como lo que había visto en las películas. El chico tenía mucha fuerza y nos ha costado mucho tumbarle en el suelo. Entre el otro hombre y yo le hemos agarrado de la garganta y de las muñecas. El cuchillo ha salido disparado debajo de un coche.

¿Decía algo el chico cuando lo han reducido?

-No, creo que no, porque lo teníamos agarrado por la garganta. Sí parecía que hablase en algún idioma extranjero.

La Policía Foral y la Policía Municipal han llegado inmediatamente, ¿no?

-Sí, han tardado pocos minutos, entre 4 y 5 minutos, y entonces ellos han sujetado al chico y se lo han llevado detenido. Dentro de la oficina estaba la mujer a la que le había puesto el cuchillo en el cuello, que estaba llorando mucho y que se ha llevado un gran susto, pero por suerte nadie ha resultado herido. Nos podría haber clavado el cuchillo a mí o al otro hombre, pero afortunadamente no ha sido así.