Los colegios oficiales de Enfermería y de Médicos de Navarra manifestaron ayer su “alegría”, “ilusión” y “agradecimiento” por la concesión de la Medalla de Oro de Navarra-Nafarroako Urrezko Domina 2020 al personal sanitario y sociosanitario por su actitud durante la pandemia de la covid-19.

Así, desde el Colegio de Enfermería se mostraron “contentas e ilusionadas” con este premio, que es “la máxima condecoración de la Comunidad Foral”, y “agradecidas de que se reconozca el trabajo de los profesionales sanitarios y sociosanitarios en esta pandemia, concretamente también de las enfermeras, porque evidentemente estamos viviendo un año difícil y esperamos que la situación mejore y no volvamos a tener que pasar por una tercera ola”, afirmó la presidenta, Arantxa Osinaga Erroz.

En este sentido, destacó el hecho de que “se haya incluido en esta medalla al personal sociosanitario, porque su trabajo es quizás menos conocido, pero resulta fundamental en esta sociedad envejecida”. Y es que, prosiguió Osinaga, “la pandemia ha sido virulenta en todos los ámbitos sociales, pero si en algún sitio lo ha sido especialmente ha sido en los centros sociosanitarios”.

Tras agradecer el galardón, consideró que “es un buen momento para pedir que se revisen y se mejoren, si puede ser posible, las condiciones laborales de muchos sanitarios. La pandemia ha puesto de manifiesto muchas de estas carencias e igual es el momento de contratar más personal y de ofertar mejores tipos de contratos”. Finalmente, Osinaga apeló a la implicación de toda la sociedad para vencer al virus.

Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos, Rafael Teijeira Álvarez, consideró la concesión de esta medalla al personal sanitario y sociosanitario “un motivo de alegría y orgullo. Es sin duda, un reconocimiento necesario y merecido a los profesionales que han estado y continúan estando en primera línea para contener la pandemia desde todos y cada uno de los ámbitos de actuación”.

Teijeira agradeció la distinción, que llega “en unos momentos en los que la capacidad física y emocional de los profesionales sanitarios se encuentra en situación de agotamiento”, ya que “esta crisis está suponiendo un alto nivel de presión asistencial y los sanitarios están desempeñando su labor de forma encomiable, entregada y ejemplar, pese a no disponer, en ocasiones, de los recursos óptimos”. A su juicio, la crisis “ha puesto de manifiesto los valores de la profesión médica, como son la integridad en la utilización del conocimiento experto, la optimización de los recursos, la compasión como guía de acción frente al sufrimiento y el anteponer siempre los intereses de nuestros pacientes”.

Al igual que el Colegio de Enfermería, Teijeira expresó su satisfacción porque “el sector sanitario y social compartan esta medalla. La pandemia ha evidenciado la necesidad crónica y urgente de coordinación y mejoras entre ambos ámbitos. Ojalá que este reconocimiento se extienda y se concrete en esas mejoras reclamadas mediante medidas específicas destinadas a reforzar y mejorar nuestro sistema sanitario y de protección social”. Finalmente, indicó que el galardón “nos ayuda a mantener viva la memoria de los profesionales y pacientes fallecidos, y de quienes aún luchan contra las secuelas derivadas del virus”.