- Desde principios de marzo, mes en el que comenzó el confinamiento domiciliario que se prolongó hasta mayo, y hasta el mes de octubre, en el que continúan diversas restricciones impuestas por la situación epidemiológica, las Urgencias Pediátricas del Complejo Hospitalario de Navarra vieron reducidas su petición de consultas hasta un 50% respecto al mismo periodo del año pasado, bajando las 25.431 de 2019 a las 12.801 del presente año.

Los datos mes a mes reflejan una clara tendencia. Con las distintas medidas impuestas, el número de consultas se reduce considerablemente. Así fue en el tercer mes del año, en el que se pasaron de las 3.502 de 2019 a las 1.815 de este año, y especialmente en abril, cuando se atendieron solo 780 consultas respecto a las 3.445 del mismo periodo en el año pasado, lo que supone tan solo un 22% de las realizadas normalmente en esas fechas.

Con el comienzo de la desescalada en mayo los números se recuperaron ligeramente, pero seguían sin llegar al 40% de las consultas habituales. Haciendo un balance del periodo del confinamiento domiciliario, mientras duró se redujeron un 64% el número de urgencias pediátricas, un 68% los pacientes que necesitaron ingresar en la Unidad de Observación y un 20% los ingresos tanto en planta como en UCI Pediátrica.

Los meses de verano supusieron un ascenso paulatino en las visitas, pero a partir de octubre, y a pesar del inicio de los colegios que conlleva más relación de niños y niñas entre sí y con ello el aumento de contagios de diversas enfermedades -además del comienzo de actividades que pueden llevar a otros motivos de consulta, como caídas que provoquen traumatismos- la actividad asistencial ha ido cayendo de forma paulatina.

Desde Urgencias Pediátricas afirman que son “varios” los motivos que han causado este importante descenso en el número de consultas, pero tienen dos como principales: el miedo de las familias a acudir a un centro hospitalario, donde creen que pueden contagiarse, y las medidas de protección que hemos adoptado durante esta pandemia.

“Al principio, las familias tenían miedo. Y luego, sobre todo en la fase posterior, se notó el hecho de llevar mascarillas, que ha hecho que las enfermedades transmisibles hayan bajado mucho en la incidencia. Analizando el motivo de consulta, sobre todo hay un descenso en enfermedades respiratorias, tanto de motivos de consulta como de ingresos”, desgranan desde la sección.

A pesar de las caídas en números de las consultas, las Urgencias Pediátricas han tratado durante este año casos ligeramente más graves que en el 2019, debido en parte a que la gente ha tardado más tiempo en acudir al CHN desde el inicio de los síntomas.

“Por ejemplo, algunos de los cuadros digestivos han llegado un poco más pasados y otros de diabéticos ha llegado un poco más tarde de lo habitual, pero no hemos visto desenlaces serios”, aseguran.

Al principio, el bajo número de visitas hacía presagiar que las que llegaban eran más graves, pero resultó no ser del todo así. Un ejemplo es una dolencia común, la apendicitis. “Teníamos sensación de que había muchas más, pero ha habido las mismas que en el periodo anterior, aunque con un porcentaje mayor sobre el total”, explican.

En cualquier caso, y atendiendo a los datos, el número de ingresos tan solo ha descendido en apenas 150, mientras que las consultas bajaron más de 10.000. Unas cifras muy significativas.

Abril, en mínimos. A pesar de comenzar con cifras similares a las del año pasado, el confinamiento redujo drásticamente las visitas a Urgencias Pediátricas desde marzo. Las 780 de abril, 2.700 menos consultas que en el mismo mes de 2019, es el número más claro de la reducción drástica de visitas.

Una clara segunda ola. A pesar de que en los meses de verano los números se fueron acercando a los del año pasado, con las nuevas restricciones de octubre han vuelto a caer estos números.

68%

Es el porcentaje de reducción de las Urgencias Pediátricas entre marzo y mayo de 2020 comparando con los datos de 2019.